TW
0
Albert Orfila / Carlos Montes de Oca «Grande no se ha llevado un duro, pero se gestionaba mal. Muy mal». En síntesis, esta es una de las principales conclusiones que ha arrojado la pormenorizada disección que ha realizado a las cuentas del Real Mallorca el economista José Batlle a instancias del nuevo consejo de administración de la SAD balear. La auditoría, que el martes será analizada en conjunto por el presidente Alemany y los consejeros del club, ha revelado errores de gestión, pero ninguna irregularidad.

En el informe elaborado por Batlle se desgranan todos los pagos realizados por el Mallorca superiores a los 50.000 euros, un desglose que ha permitido conocer, entre otras cosas, el destino del dinero que había ingresado el club durante este verano.

La administración concursal, que en los próximos días también recibirá el informe de auditoría, había descartado fechas atrás cualquier posibilidad de que Vicenç Grande hubiera trasferido dinero del Mallorca a alguna de sus empresas concursadas. «Nosotros hemos estudiado a fondo todos los movimientos de estas sociedades y lo hubiéramos detectado», aseguraron a este diario fuentes de la administración concursal.

Los últimos meses de Grande al frente de la entidad bermellona, que coincidió con la salida de Pere Terrassa, el director general de gestión, estuvieron marcados por una espiral de gastos incontrolada. Se mejoraron los sueldos y contratos sin demasiada justificación, y también se dieron a conocer detalles económicos de algunas ventas de futbolistas que no se correspondían con la realidad. Es el caso del traspaso de Güiza, por el que el club ingresó finalmente 12 millones y no los 15 que se habían aireado.