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Javier Aguirre declarando ante la UEFA en Nyon; Gregorio Manzano mostrando públicamente su hastío por el culebrón que rodea la venta de la entidad; Paul Davidson buscando euros bajo las piedras; Freddy Shepherd preparando el contraatraque...Atlético (10º, 10 puntos) y Mallorca (8º, 11) se miran hoy a los ojos en un duelo reducido a cenizas por el caos extradeportivo que salpica a ambos. Los madrileños andan inmersos en su cruzada europea y los isleños, en su particular vodevil con un inglés como protagonista principal. Pese a que las vísperas no huelen a fútbol, el Manzanares acoge hoy un choque que puede marcar el destino. Para los de Aguirre se han agotado las excusas. Para las huestes de Manzano, el encuentro se antoja como una reválida tras su contundente triunfo ante el Espanyol (Vicente Calderón, PPV, 20.00 horas)
El Atlético está siendo más fiel a su historia que nunca. En el amanecer del curso, los colchoneros parecían instalados en la fiesta. Clasificados para la Champions, goleando en casa en la Liga. Todo iba sobre ruedas. Incluso hubo quien se atrevió a hablar de doblete... Sin embargo, la etapa reina de su calendario les ha bajao de la nube. El Sevilla le dio el primer golpe, el Barça le tumbó a la lona y el Real Madrid le remató. El domingo pasó del éxtasis al tormento en un momento, aunque al final rascó un empate que alivió la situación de Javier Aguirre. Por cierto, el técnico mexicano se cruza con una de sus bestias negras, ya que jamás ha podido tumbar al Mallorca como técnico rojiblanco. Así es este Atleti.

El Mallorca, mientras tanto, se presenta en el Calderón con la esperanza de mostrar su cara A, esa que ha enseñado a cuentagotas. El triunfo ante el Espanyol no sólo sirvió para quebrar su dinámica, sino también para tomar impulso en la clasificación, para acomodarse más cerca de la UEFA y alejarse de un peligro que se divisaba tras sus debacles frente a Sporting y Betis.

Lamentablemente, la cláusula del miedo impide a Gregorio Manzano contar con Cléber Santana y José Manuel Jurado, ambos cedidos por el Atlético, y cuyo peso dentro del equipo iba en aumento. Para suplir esas ausencias, el técnico podría apostar por Mario Suárez (otro ex atlético) y modificar su línea de vanguardia. Aduriz, tras su doblete de cabeza el pasado domingo, es insustituible. Por detrás, una línea de tres con Varela y Arango como fijos. En la izquierda quizás juegue Castro, aunque también podría entrar Trejo o Webó por detrás del punta, escorando a la zurda al venezolano.

En la línea de fondo también se abren interrogantes. Miquel Angel Moyà arrastra problemas en la planta del pie y Manzano medita darle un descanso ahora que ya tiene a Germán Lux a su disposición.

Por delante del portero, una zaga que también puede cambiar de actores. Josemi o Scaloni se incrustarán en el lateral derecho, con Corrales fijo en la izquierda. En el corazón de la zaga, David Navarro, Nunes y Ramis pugnan por dos plazas. La velocidad del 'Kun' Agüero y la pegada de Forlán le quita el sueño a Manzano, aunque el futbolista atlético más en forma es Simao.

El Atlético recupera su potencial ofensivo con la vuelta al once de Agüero y Maxi y los portugueses Simao y Maniche. En la portería seguirá el argentino Leo Franco, en un partido en el que Aguirre cuenta con las bajas de los lesionados Tomas Ujfalusi, Gregory Coupet y Giorgios Seitaridis, además del sancionado Ever Banega.