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Miquel Alzamora

El Real Mallorca entra hoy de lleno en su torneo favorito, la Copa del Rey. Tres finales contemplan al equipo balear, que esta noche juega en La Rosaleda (21:00 horas) ante el Málaga con el objetivo de amarrar un resultado positivo que permita afrontar la vuelta con máximas garantías.

Manzano medirá hoy la profundidad de su banquillo. En un equipo donde no todos los jugadores son claros titulares y por lo tanto tampoco suplentes fijos, el técnico andaluz ha prescindido de futbolistas como Arango, David Navarro o Josemi, éste último tocado físicamente y que ha dejado su lugar a Martí en la lista. El mallorquín inicialmente no debía entrar en la convocatoria. Será momento de dar entrada a Scaloni de inicio, posiblemente también a Keita -aunque sin descartar la opción de Trejo- y también puede ser momento y lugar para que se reivindiquen Mario Suárez, Callejón y Castro. Sin embargo, Manzano puede aprovechar a Jurado y Cléber Santana ya que ambos no estarán en el Calderón por exigencias del contrato de cesión con el Atlético. Con todo, el equipo será competitivo y se medirá a un Málaga que en mayor medida que el Mallorca, situará a un equipo plagado de suplentes. Tapia piensa en el Barça y Manzano tiene también en el horizonte el partido ante el Atlético. Las exigencias de la Liga obligan en ocasiones a no perder la cabeza en estas primeras rondas coperas que casi siempre llegan en mal momento. Lo bueno de la Copa se encuentra en la final, pero para ello hay que hacer un trabajo sucio y éste empieza hoy.

No obstante, Manzano y también la afición del Mallorca conocen de sobra las sensaciones que se sienten cuando se disputa una final. Precisamente por esto en su blog semanal el preparador de Bailén se pregunta «¿por qué no soñar otra vez?» y recuerda momentos históricos de hace cinco años. «Quién nos iba a decir que hace cinco temporadas cuando viajamos a Gramanet íbamos a terminar levantando ese título tan hermoso que es la Copa del Rey. Fueron momentos inolvidables vividos en la ciudad de Elche», recuerda el entrenador del Mallorca. Tapia pide seriedad y habla de una competición «motivante» y donde los equipos «juegan sueltos y sin la presión de la Liga». Pero lo mejor para hablar de la Copa es haber llegado a finales y saber qué significa jugarlas.

Es inevitable pensar en Elche, como también no se puede dejar de mirar a Mestalla y de la misma forma pensar en Madrid en el 91. Recuerdos que hacen grande al Mallorca como institución y que han hecho crecer también a la afición bermellona. Hoy empieza una nueva aventura, el Real Mallorca entra de lleno en su torneo favorito.