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La tensión, el entorno del Cubo de Agua, un bañador recién estrenado, tragar agua o que te entre en las gafas son factores que te pueden desequilibrar en el momento menos oportuno. Una suma de todos estos factores impidió que el relevo español de 4x200 metros libres, con las mallorquinas María Fuster y Melanie Costa en liza, pudiera luchar en igualdad de condiciones con el resto en una semifinal de vértigo. Tanto, que en la serie de España, Francia se encargó de batir el récord olímpico (7:50.37), quedándose a menos de tres décimas del mundial. Como consuelo, el cuarteto de Costa y Fuster, formado también por Noemí Feliz y Arantxa Ramos, consiguió pulverizar de manera espectacular la mejor marca nacional de la modalidad, vigente desde hace cuatro años, parando el crono en 8:00.90 (la anterior les dio la plaza olímpica: 8:03.66).

No empezaron bien las cosas. Melanie Costa era la encargada de tirarse en la primera posta, viendo enseguida que el resto iba a muerte. Holanda, China y Canadá fueron las primeras en hacerse notar. La mallorquina, que 24 horas antes había estado a punto de clasificarse para las semifinales de 200 libres tras una brillante serie, fue perdiendo terreno. Para colmo, en el primer viraje tragó agua y perdió el estilo, algo que acabó pasándole factura en el resto de su concurso. La séptima plaza era el hábitat español y Costa nadaba por encima de los dos minutos, no logrando su meta de rondar el 1:59:12 (su propio récord de España). María Fuster recogió el testigo, pero el estreno de bañador se giro en su contra, aunque completó su turno con un tiempo de dos minutos justos. Mientras, Francia asomaba la cabeza, con el permiso de las anfitrionas y de Suecia.

A medida que se acercaba el final, Francia (Popchanka, Couderc, Muffat y Balmi) pisaba más el acelerador, viendo posible la opción de batir el récord mundial, mientras España se conformaba con el séptimo puesto, que no pudieron mejorar ni Arantxa Ramos ni Noemí Feliz. El tiempo de 8:00.90 es la conclusión más positiva, además del debut en unos Juegos Olímpicos de María Fuster, que, por decisión técnica, no nadó los 100 libres para dosificar energías en vista a su doble presencia en los relevos (mañana nada el 4x100 estilos).