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Carlos Román|KÖSSEN
Dani Güiza empezó a ejercer como delantero del Fenerbahce. Y lo hizo en Kitzbuhel, a una hora de coche de donde se encuentra concentrado estos días el Mallorca. El delantero jerezano, que por la mañana se había presentado a lo grande en Estambul, llegó ayer por la tarde al lujoso hotel Arosa, donde realiza la pretemporada el conjunto que desde hace sólo unos días dirige Luis Aragonés. El 'arquero', pese a su nueva situación, no pierde la chispa. De hecho, nada más llegar al cuartel general de su nuevo equipo, saludó uno por uno a los periodistas mallorquines que le esperaban y compartió junto a ellos su felicidad. «Las sensaciones son muy buenas», reconocía sonriente. «Ya tengo ganas de entrenarme con el equipo y disfrutar de este grandísimo club. La presentación ha sido impresionante porque el Fenerbahce es un club muy importante y lo demuestran sus aficionados. No me esperaba tanta expectación porque nunca había tenido un recibimiento igual. Es otro mundo y ojalá puedan disfrutar de mis goles».

El gaditano invirtió una porción muy importante de su discurso en alabar al Mallorca, al que deseó toda la suerte del mundo a partir de esta temporada: «Claro que voy a seguir al Mallorca. Tendré el canal digital en mi casa. Y si en esta concentración tengo algún día libre iré a Kössen a verlos. Son unos compañeros impresionantes y me han dado un cariño increíble. Pasé un año muy bonito allí».

Güiza volvió a dejar su sello cuando se le preguntó a qué delantero recomendaría para ocupar la plaza que ha dejado en el vestuario: «A mi primo, que ha sido 'pichichi' de Tercera con el Sanluqueño y que jugará ahora en el Portuense. Se llama Dani y es clavado a mí. Y además es gitano».