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Carlos de Torres|BREST
La foto del español Alejandro Valverde aparece en todos los carteles de favoritos a suceder a otro español, Alberto Contador, en el Tour de Francia, cuya 95 edición se pondrá en marcha este sábado en Brest con una etapa en línea y el deseo de la organización de borrar la mala imagen de los últimos años y recuperar la credibilidad del ciclismo.

El Tour de la regeneración no disfrutará del vencedor de la edición anterior, castigado por los excesos de su equipo en materia de dopaje. Por su título lucharán un grupo de corredores entre los que se encuentra Alejandro Valverde (Caisse D'Epargne), el campeón de España, de la Lieja-Bastoña-Lieja y de la Dauphiné Liberé, quien a sus 28 años y en plena madurez tratará de ganar su apuesta personal en la más grande de las pruebas por etapas.

En un momento dulce de forma y tranquilo «porque este año solo se habla de ciclismo» el español tendrá enfrente a varios candidatos más curtidos que él en retos de tres semanas.

El australiano Cadel Evans (Silence), segundo en 2007, un hombre Tour de enorme regularidad y experiencia y el ruso Denis Menchov (Rabobank), doble vencedor de la Vuelta serán los enemigos a batir, aunque la lista se puede ampliar con hombres que han preparado el Tour a conciencia, como el italiano Damiano Cunego (Lampre) y el español Carlos Sastre (CSC), que llega por primera vez como jefe supremo y con un equipo a su entera disposición. En un Tour que desde 1967 no comenzaba con una etapa en línea, la lista de aspirantes presenta en un segundo plano al italiano Ricardo Riccó (Saunier Duval), segundo en el Giro tras Contador, a los luxemburgueses Kim Kirchen (Columbia) y Frank y Andy Schleck, los hermanos que elevan el potencial del CSC a límites casi inigualables. El menor, Andy, asegura que solo pretende «aprender lo que es el Tour».

La organización diseñó un recorrido con 5 etapas de alta montaña, 4 finales en alto, 4 de media montaña, 2 etapas contrarreloj que suman 83 kilómetros y 10 llanas, repartidas en 21 jornadas. El pelotón descansará 2 días. Los Alpes decidirán el vencedor final con tres etapas tremendas. La incursión en Italia conducirá al final elevado de Prato Nevoso. La siguiente ofrece en el menú el Col de la Lombarda y La Bonette-Restefond, el techo del Tour a 2.802 metros de altitud. Por si fuera poco, a cuatro días de París se presenta la etapa reina con el Alpe D'Huez como testigo final, aunque antes hay que subir el Galibier y la Croix de Fer. Si Los Alpes no han aclarado las dudas, la contrarreloj del último sábado decidirá el podio.

Con el divorcio consumado entre el Tour y la UCI, la carrera se disputa bajo el paraguas de la Federación francesa. La primera etapa, entre Brest y Plumelec consta de 197 kilómetros, de perfil ondulado y final en repecho no apto para el esperado esprint masivo.