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Carlos Montes de Oca

Cansado de desfilar por escaparates mediáticos que jamás había pisado. Harto de ser el centro de todas las miradas desde que se destapó su intención de vender el Real Mallorca, Vicenç Grande cogió ayer su fusil para cargar contra todo y contra todos. El máximo accionista de la SAD balear dio un golpe sobre la mesa y no se mordió la lengua a la hora de valorar la actualidad mallorquinista. Lamentó las declaraciones del consejero José Miguel García («seguro que han llegado ofertas por el club», dijo anteayer); confirmó que Fernando Navarro «ya ha forzado su salida con sus declaraciones» y que el Sevilla deberá mejorar «muchísimo» su oferta si quiere conseguir al lateral porque «no lo regalaremos». Además, insinuó que han llamado personas comentando que podían tener un comprador para el Mallorca desde diversos puntos del planeta, desde Madrid hasta Buenos Aires, pasando por Barcelona, Londres y Moscú.

El máximo accionista subrayó una vez más que no quiere vender el club, porque sería como vender «parte de mi alma», pero calcó el estribillo de sus últimas comparecencias: «Si llega una oferta, la estudiaremos».

El presidente del Mallorca tampoco divisa con facilidad la marcha de Daniel Güiza porque «dicen que está en la agenda de varios clubes, pero nosotro no hemos visto todavía ni un euro». Para Grande, el precio del futbolista no es negociable: 17.400.000 euros o lo que es lo mismo, los 15 millones de su cláusula más el IVA.

Asimismo, Vicenç Grande también alabó la calidad de su plantilla, señaló que no había una desbandada y que con un pivote defensivo y poco más «este equipo está en condiciones de acabar entre los diez primeros clasificados». Fue el día Grande.