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Fernando Fernández No podía llegar de otra manera. Dos meses después, el Palma vuelve a ganar en el Arena y se engancha a la permanencia tras una remontada por la que pocos apostaban arrancado el último parcial (77-75). Un Tenerife sólido desde más allá de 6'25 y con la lección bien aprendida en defensa -se aferró a una corrosiva zona- no pudo con el todavía peor ataque de la competición. Es un paso más, pero se avecina un tramo complejo del calendario (Bruesa y un CAI que puede ascender en la Isla), aunque los de Doce ya cuentan con un margen de un partido sobre Hospitalet, Gandía y Cantabria, aunque restan cuatro jornadas y mucho por decidir todavía.

La de ayer era una cita trascendental, y el Palma salió enchufado. Dos triples de Del Tío (10-6) avisaban de sus intenciones, pero ése fue el argumento más sólido que lograron mostrar los mallorquines. El Tenerife apretaba los dientes en defensa y se apoderaba del rebote, gozando de segundas y terceras opciones ante el tablero celeste. El Palma cobraba vida desde más allá de 6'25, pero siempre hallaba respuesta en un rival que supo ofuscar por entonces el potencial interior local, cayendo el peso del juego en los exteriores. Se veía venir la reacción canaria, y dos triples (Lampropoulos y Edu Sánchez) daban la vuelta al marcador (29-31). En el camino al descanso, las concesiones en el rebote acabaron por aumentar el bache (34-37).

Edu Sánchez se convirtió en una pesadilla en los inicios del tercer cuarto. En pleno colapso del Palma, otra vez los triples de Lampropoulos y Barbour ponían una máxima de trece a favor del Tenerife (42-55). Entre Terrell y Puyada recortaron terreno anticipando un final de vértigo, aunque al final del tercer cuarto, los de Sanz aún contaban con crédito suficiente (50-58).

Francis Sánchez y Diego Guaita se encargaro de advertir que iban en serio, pero entonces el Palma varió su versión defensiva para presionar al máximo. La respuesta fue un atasco en la dirección (Del Tío inhabilitó a Edu Sánchez) y una concatenación de despropósitos de un Tenerife que, jugada a jugada, tiraba el partido. Rejón anotaba dos tiros libres que multiplicaban la fe del Palma (70-69, a 35 segundos). La antideportiva a Albert les desquició del todo (74-69), pero con margen, los estratosféricos triples de Francis y Edu Sánchez (76-75) pusieron la emoción que le sobró a un desenlace dramático, pero que devuelve la fe a un Palma que vuelve a mirar hacia arriba.