TW
0

Gregorio Manzano no acaba de digerir la marcha de Guillermo Pereyra. El sorprendente traspaso del argentino al Lokomotiv de Moscú ha abierto una brecha en la sala de máquinas del conjunto rojillo, que se adentra en la última parte de la temporada sin pivotes defensivos. El jienense tendrá que cederle ahora el peso de la zona ancha al griego Angelos Basinas y aunque hay otros jugadores capacitados para actuar por delante de la defensa (Lionel Scaloni o Borja Valero, por ejemplo), no se fía. Entiende que al equipo todavía le falta mucho camino por recorrer en el campeonato y que en el caso de que surja algún tipo de imprevisto estará descubierto. De hecho, el propio Pereyra reconoció ayer que al andaluz no le había gustado demasiado su salida. «Al míster, al principio, no la cayó muy bien la noticia, pero ya lo dije. Uno es profesional y Manzano, aparte de ser inteligente, no es egoísta. Sabe que para mí era importante y en el equipo hay jugadores que pueden cubrirme perfectamente. Estoy seguro de que lo van a hacer», apuntaba.

El Guille, sin ser un futbolista determinante, tenía un peso importante en la estructura de la plantilla. Era el noveno del grupo en cuanto a minutos de participación (1.430), había sido titular en dieciocho de las veintisiete jornadas de Liga y se había convertido en el mejor punto de apoyo de Ibagaza a la hora de iniciar la construcción, además de reforzar de forma notable el juego aéreo. Es verdad que llevaba algunos encuentros sin aparecer demasiado, pero era por culpa de unos problemas físicos que se habían cebado con el ligamento lateral interno de la rodilla derecha. Sin embargo, ahora todo será diferente. Su marcha obligará a improvisar en muchas fases y habrá que multiplicar la atención en defensa.

Basinas es ahora el nuevo referente por delante de la zaga, el faro que debería iluminar una posición especialmente conflictiva esta temporada. Y eso que, curiosamente, Manzano había destapado el ejercicio con un centro del campo superpoblado. La acumulación de efectivos era tan importante que el club decidió ceder a Jordi López al Racing para evitar los problemas derivados del reparto de minutos. Después, en plena ebullición del mercado invernal, la entidad barajaba la opción de traspasar a Basinas al fútbol turco, pero el Galatasaray nunca llegó a pronunciarse en firme y la dirección deportiva se ahorró un quebradero de cabeza.

En cualquier caso, Manzano es consciente de las necesidades isleñas y sabe que era imposible retener a Pereyra, sobre todo teniendo en cuenta la espectacular oferta planteada por el Lokomotiv. Además, hay recambios posibles. El propio Scaloni se ofreció a ejercer como pivote a su llegada a la Isla y en el caso de que la situación se agravara habría otros jugadores capaces de actuar en ese puesto, como Iván Ramis. Por si fuera poco, ya hay algunos futbolistas del filial que seguirán seguidos con lupa por si fuera necesario que dieran el salto. Uno de ellos es Bernat Alomar y el otro Alberto López, que ayer mismo se ejercitó con la primera plantilla en el tradicional partidillo de los jueves. Ambos tienen ahora más opciones que nunca.