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Javier García-Ochoa|MELBOURNE
A Fernando Alonso (Renault) le tocará sufrir y a Ferrari, con el finlandés Kimi Raikkonen o el brasileño Felipe Massa, le tocará ganar en el Gran Premio de Australia, una carrera diferente en la que los coches italianos casi siempre van bien.

La peculiaridad del circuito de Albert Park, con fuertes frenadas para afrontar sus variantes, exige mucho a los frenos y este año aún mas por la ausencia del control de tracción a los neumáticos traseros, y hace que los coches que cuidan más estos elementos, como suelen ser los Ferrari, sean los vencedores.

Para esta primera carrera de la temporada, aunque Renault ha recuperado mucho terreno del perdido la pasada temporada, aún está lejos de poder competir con los Ferrari, que el año pasado lograron la victoria, y los Mclaren-Mercedes, que el pasado año ocuparon el segundo puesto, con el asturiano, y el tercero con el británico Lewis Hamilton.

El objetivo de Alonso para esta primera carrera, que ganó en 2006 y ha terminado en el podio en cuatro ocasiones, es aprovechar todas las oportunidades que se le presenten para lograr el mejor resultado posible, para no descolgarse de la clasificación del mundial, en espera de que lleguen mas mejoras para su coche, ya en las carreras de Europa.

Todos los coches han traído a este Gran Premio la versión casi definitiva con mejoras aerodinámicas, entre ellos Renault, que ha montado un alerón trasero nuevo, con dos planos en forma de W o ala de gaviota.

El circuito de Albert Park, muy resbaladizo por la suciedad en los primeros días, siempre ha sido un territorio para los neumáticos Bridgestone, y aunque desde el año pasado sea suministrador único para todos los equipos, los Ferrari siempre han sacado el mejor partido de los mismos.

Esta carrera servirá no obstante para ver cuántas marcas logran meterse en el grupo perseguidor y cuál es la diferencia. Se supone que Renault y BMW deben encabezar este grupo, al que deberán sumarse Williams-Toyota y Toyota, e incluso Red-Bull. Esta carrera servirá no obstante para ver cuántas marcas logran meterse en el grupo perseguidor y cuál es la diferencia. Se supone que Renault y BMW deben encabezar este grupo, al que deberán sumarse Williams-Toyota y Toyota, e incluso Red-Bull. Lo que parece mas claro es que los últimos puestos serán para Súper Aguri, que hasta la semana pasada no se sabía si podría participar en esta carrera, falto de recursos económicos, y Force India, a pesar de su fichaje estrella de Giancarlo Fisichella.