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Miquel Alzamora|MADRID
Gregorio Manzano sigue pensando en positivo. El empate que arañó ayer el Mallorca cuando todo parecía perdido elevó la moral del técnico jienense, que reconoció tras el encuentro que había agradecido a los suyos el esfuerzo llevado a cabo en la segunda parte: «Les he felicitado a todos al llegar al vestuario, sobre todo por las ganas que han puesto».

El entrenador bermellón destacó la locura que marcó el guión del encuentro a lo largo de los noventa minutos. «Ha sido una tarde llena de situaciones atípicas», recordaba. «Cuando nadie creía en el empate, lo hemos conseguido a base de fe y trabajo. Por momentos me ha recordado al choque de la primera vuelta en Palma y de hecho, casi se repite la historia porque nos hemos quedado a un paso de ganar con un hombre menos sobre el terreno de juego».

A pesar de la euforia derivada del resultado, Manzano también se mostró autocrítico. El andaluz confesó que se había equivocado al no retirar a Scaloni del campo en el momento apropiado y desveló que el árbitro le había puesto en sobreaviso: «El fallo es mío. Mejuto González que avisó y me dijo que lo quitara, pero no lo he hecho. Me dijo que tuviera cuidado, aunque tampoco me esperaba que lo hiciera tan pronto. Esperaba sustituirle en el descanso y su expulsión ha alterado mis planes. De todas formas, creo que es una decisión justa porque Granero lo ha hecho fenomenal y ha buscado la segunda amarilla. Es culpa mía. No hay que darle más vueltas».

A la hora de ahondar en su visión del enfrentamiento, Manzano hizo referencia a la mala fortuna que se cebó con su grupo en determinados momentos: «Hemos tenido ganas, pero nos han sucedido varias desgracias. Con el 2-1 en el marcador, Nunes ha tenido que salir del campo para que le atendieran tras recibir un fuerte golpe y justo en ese momento hemos encajado el tercer tanto en propia portería. Visto lo visto, es justo felicitar a los jugadores».

El preparador andaluz diseccionó además el tanto materializado por Juan Arango en uno de los momentos más determinantes de la jornadas: «Supongo que será el gol de la jornada en Primera. Su disparo ha tenido velocidad y colocación. Nos ha dado alas para seguir peleando y nos ha ayudado a rehabilitarnos», concluía.

Por su parte, el entrenador del Getafe, el danés Michael Laudrup, se mostró contrariado por los dos puntos que su equipo dejó escapar y reconoció que su equipo había desperdiciado una buena ocasión de ganar. «Si exactamente. Nos han marcado tres goles de balón parado. Hemos tirado dos puntos hoy. Dos faltas han supuesto dos goles. Era un partido para ganar. Hemos hecho lo más difícil, ponernos por delante. No hemos sabido jugar con uno más y ellos se han aprovechado», analizó Laudrup, que descartó que su equipo se relajara.

«No creo que haya habido relajación. Creo que la clave ha sido el 3-2 porque el equipo se ha quedado un poco tocado. Todo ha venido porque no hemos tocado los suficiente el balón. Tuvimos la jugada del 4-1, de Braulio, que no llegó. Ahí se podía haber matado el partido. Dos faltas nos ha costado dos puntos», añadió el técnico danés.