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Son Moix empieza a acicalarse. La base de operaciones mallorquinista abrazará mañana (21:00 horas) el partido más excitante de la temporada, o al que menos el que más ilusión ha generado en los últimos años. El Mallorca vuelve a acampar en las proximidades de la gloria futbolística y si mañana remonta el 1-0 que se trajo la semana pasada de Getafe, meterá la cabeza de las semifinales de la Copa del Rey cinco años después de hacerlo por última vez. Y eso es sinónimo de éxito. En las cuatro ocasiones que ha pisado la ronda previa a la gran final (tres en la competición del KO y una en la Recopa) ha salido victorioso. El esfuerzo de jugadores, técnicos y afición merece la pena.

El Mallorca llegará a la cita con los deberes hechos y sin grandes preocupaciones en la cabeza. Una vez disuelta la tóxica espiral de resultados que estaba deteriorando su moral en la Liga, el conjunto de Manzano ha cogido el impulso necesario para ir a por la victoria sin ningún tipo de reserva. Más allá del cansancio acumulado durante un mes de enero frenético, la plantilla está a punto para el examen más exigente que se ha planteado hasta la fecha. Y hay mucho que hacer. Primero, echarle el candado a la portería (un gol del Getafe lo complicaría todo y obligaría a marcar un mínimo de tres) y después, ganar al menos por dos tantos. Es complicado, pero posible. Los números están de parte de los baleares, que además, suelen transformarse cada vez que la carretera se empina. De momento, se ha impuesto en los dos partidos de Copa que ha disputado esta temporada sobre la arena del ONO Estadi (4-0 a Osasuna y 2-1 a Real Madrid) y superó claramente al Getafe el pasado mes de octubre (4-2 en inferioridad y firmando todas las dianas en cuarenta y cinco minutos). Dos buenas razones para ser optimistas.

Manzano sabe que no hay tiempo para paladear el triunfo del domingo ante el Atlético de Madrid y ayer dirigió la primera sesión de entrenamiento dedicada exclusivamente al encuentro de mañana. Se reunió con los jugadores sobre la hierba de Son Bibiloni y les cambió el chip. Lo más destacado del entrenamiento fue la presencia del último fichaje de la entidad: Lionel Scaloni. El polivalente jugador argentino estuvo muy bien arropado en todo momento por sus nuevos compañeros y podría participar en la noche mágica de mañana. Hoy el equipo volverá a trabajar en las instalaciones de la carretera de Sóller para perfilar los detalles de su plan de asalto. Tras la sesión, el técnico jienense dará la lista de convocados y entre todos iniciarán el camino hacia la gesta.

El ONO Estadi se volcará con el equipo y desde el club se han activado los mecanismos necesarios para que las gradas se conviertan en una pequeña caldera. La afición está más motivada que nunca de cara a la posibilidad de seguir quemando etapas en la competición y no faltará a la cita. El objetivo de los dirigentes es que se registre un nivel de decibelios superior al habitual y que entre todos se ponga contra la pared al Getafe, que a su vez, aterrizará en Palma pletórico. Los madrileños acumulan cuatro triunfos consecutivos (dos de Liga, más otros tantos de Copa) y viven el mejor momento de la era Laudrup. Con el bloque asentado y el once definido, el preparador danés ha logrado exprimir las condiciones de una plantilla alterada por las incorporaciones. Las dudas del principio de curso se han evaporado y son una seria amenaza.