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M.A. En el 98 el Real Mallorca disputó un partido muy similar al que jugará mañana ante el Getafe. El año de la final de Mestalla, los futbolistas que por aquel entonces dirigía Héctor Cúper, eliminaron en cuartos al Athletic y superaron el marcador adverso de dos goles a uno que cosecharon en la ida. De ese equipo sólo siguen en activo Valerón, Ezquerro e Iván Campo, el resto ya han colgado las botas. Pese al tiempo transcurrido -ya hace diez años- ninguno de los jugadores que conversaron ayer con han olvidado lo vivido. «La eliminatoria ante el Ahletic fue muy intensa, pero el año que viví allí fue inolvidable», aseguraba Romero.

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Marcelino recordaba que hubo muchos momentos de gran emoción. «Los momentos buenos fueron muchos y el partido ante el Athletic fue uno de ellos. Ese equipo tenía dos virtudes especiales: encajaba pocos goles y sabía administrar bien los que marcaba», comentó. Pepe Gálvez, que dirige ahora sus empresas en Calvià, apuntó que «me acuerdo que fueron partidos calientes y los sacamos adelante. Si nosotros lo conseguimos, ahora también pueden hacerlo», subrayó.

Gabi Amato hablaba también con nostalgia de esos años. «Veníamos muchos de vivir un mal pasado en otros clubes y en el Mallorca demostramos que teníamos hambre de triunfos. Fue el mejor plantel con el que me tocó jugar, fuimos un grupo unido y lo demostramos en el campo. No había envidias y sobre el campo teníamos mucho orden. Mañana el Mallorca no tiene que desesperarse, debe jugar tranquilo y concentrado y seguro que conseguirá su objetivo», apuntó Amato.