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Adrián R. Huber|MADRID
El Real Madrid reforzó su liderato en la liga española tras derrotar al Villarreal, por tres goles a dos, en un encuentro vistoso en el que los de Bernd Schuster certificaron la condición de fortaleza de su estadio, donde pasará más de un año hasta que los locales pierdan de nuevo en liga.

Los blancos, conocedores del empate del Barcelona en Bilbao (1-1), tenían una oportunidad única para ratificar, tras su victoria de la pasada semana en el Vicente Calderón, la declaración de principios redactada durante la mejor primera vuelta desde que la liga se rige por el sistema de tres puntos.

En los locales, brillaron una vez más Guti y Robinho: al noveno minuto, el genial medio madrileño le sirvió, a modo de regalo de cumpleaños, un pase de oro al hechicero paulista, que anotó el primer gol. Agradecido, el brasileño se arrodilló y simuló sacarle brillo a la bota del 'catorce'.

El Villarreal no se arrugó y tardó apenas siete minutos en nivelar el marcador, merced a otro golazo, de Rossi. El italiano de Nueva York se marcó un potente zurdazo desde fuera del área con el que materializó su noveno gol en liga y puso fin a la racha de Casillas, el hombre de los milagros, que ha permanecido imbatido durante 575 minutos. El de Móstoles tendrá que esperar para superar la plusmarca del club, que comparten Paco Buyo y Santi Cañizares (709).

Pero el Madrid no es líder por casualidad y los de Schuster tardaron apenas diez minutos tras el descanso en provocar el maremoto que temía la nave rival. Guti, brillante una y otra vez, habilitó una cabalgada de Sergio Ramos que derivó en una ráfaga de ocasiones resuelta de nuevo por Robinho, que dedicó su segundo gol al hijo en camino.

Pellegrini introdujo a Àngel y Josico por Cani y Bruno; y más tarde intentó buscar nuevos recursos al retirar al turco Nihat y dar entrada al danés Tomasson. Tras chocar con una defensa blanca en la que Salgado reverdeció viejos laureles, Capdevila logró el empate, a la media hora. Pero sólo un minuto después, Wesley Sneijder, que había sustituido a Baptista poco antes, sentenció un nuevo triunfo.

El Madrid de Schuster cabalga con fuerza hacia el título de Liga.