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Aparece entre un silencio tremendo, sin estridencias. El aeropuerto de Menorca acaba de abrazar la llegada de un vuelo de Barcelona y apenas hay tránsito. Acaso un grupo llegado desde Ciutadella que había recibido el aviso de que algo gordo se estaba gestando. Un mecánico de McLaren se atrinchera en la ventanilla de Avis y arregla todo el papeleo para que Lewis Hamilton sólo tenga que echar una firma. El piloto inglés irrumpe entre los flashes de las fotos y se hace un hueco hasta los aficionados, a los que no duda en firmar un par de autógrafos. Luego, a la carrera, se marcha en busca del coche: «Este año lo que espero es poder disfrutar lo máximo posible», le da tiempo a exclamar a preguntas de Ultima Hora Menorca. No pierde la sonrisa pese a las horas de vuelo desde Ginebra, y eso siempre suele ser un buen síntoma.

Apenas tuvo tiempo Hamilton para digerir un par de cuestiones, porque sabe que su cometido en Menorca es probar el MP4/23. Agarró la maleta y se marchó raudo hacia el vehículo, pero por el camino admitió que la decisión de venir a Maó para realizar distintas pruebas de mecánica no ha sido suya: «Ha sido una decisión del equipo, no lo he elegido yo», dijo esbozando una sonrisa. Tal vez Mercedes-McLaren ha escogido Maó por lo mismo que se encontró Hamilton a su llegada: discreción y tranquilidad. «Lo cierto es que no tengo referencias de la pista, lo siento», dijo casi disculpándose por no poder abundar en las características del asfaltado que presenta el aeroclub menorquín.

Lo cierto es que Lewis Hamilton agarrará hoy el volante de su monoplaza para tomar el relevo de Heikki Kovalainen, su compañero de equipo al que ayer se le pudo ver por el aeropuerto despidiéndose de Menorca. Después de realizar la pasada semana una serie de pruebas en el circuito de Cheste, ahora McLaren pretende que el coche evolucione en Maó. Precisamente el finlandés Kovalainen fue el piloto que marcó los mejores registros en el recinto valenciano el pasado miércoles, demostrando la superioridad que Ferrari y McLaren tienen actualmente sobre el resto de las escuderías.

Las pruebas de los distintos coches anuncian una temporada exigente, con mucha chicha. Por eso Lewis Hamilton cree que este curso puede ser el suyo: «Lo que espero de esta temporada es mucho entrenamiento (risas) y poder disfrutar lo máximo posible», explicaba ayer el piloto británico.

Kovalainen anda rodando mucho más rápido que su compañero. En los tests que las escuderías han venido realizando en Cheste, el sustituto de Alonso en McLaren ha demostrado que se ha adaptado mejor que el inglés a la ausencia de control de tracción en los monoplazas. Hamilton será el centro todas las miradas hoy en el aeroclub, que puede registrar una histórica presencia de aficionados "pese a ser un día laborable" atendiendo al gran ambiente que había ayer para ver las evoluciones de Kovalainen, el segundo piloto de McLaren. Y es que Hamilton, envuelto siempre en la polémica, se ha convertido en uno de los grandes iconos de la Fórmula 1. Además, el británico ha alimentado los enfrentamientos con Fernando Alonso, al que sigue sin olvidar. Sin ir más lejos, la pasada semana Hamilton dijo que Alonso le había mostrado «cómo no debo comportarme como piloto de Fórmula 1», según declaraciones recogidas por la cadena BBC. Las relaciones entre los dos pilotos se deterioraron rápidamente la pasada temporada y el doble campeón del mundo se marchó después a Renault.