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Miguel Luengo|MELBOURNE
Rafael Nadal se durmió durante 40 minutos contra el francés Gilles Simon, 33 del mundo, pero supo despertar a base de latigazos mentales para salvar seis puntos de set en el primer parcial, y hacerse con un partido que le coloca en los octavos de final del Abierto de Australia.

Nadal venció por 7-5, 6-2 y 6-3 en dos horas y 26 minutos, y está a un paso de igualar su mejor marca en Melbourne, los cuartos del 2007, pero contra Simon entró sin una idea muy clara, mirando más al rival y sin una buena táctica, algo que estuvo a punto de costarle caro, y por lo que necesitó «correr más de la cuenta», según expresó él mismo.

La situación se viene repitiendo. Sucedió también contra el serbio Viktor Troicki en el primer partido, donde Nadal salvó un punto de set, y algo más atrás, en las semifinales de Madrás, donde tuvo que abortar cuatro puntos de partido contra Carlos Moyà en semifinales.

Lo bueno que tiene el mallorquín es que una vez que despierta, su garra se impone. Y eso hizo que contra Simon salvara dos puntos de set cuando estaba 5-2 abajo, otro más con 5-3 y los tres últimos con 5-4, espectaculares los dos finales, con aces consecutivos.

De ese 5-2, Nadal pasó a dominar 7-5 y 4-0 (nueve juegos seguidos ganados) y regresó la normalidad, con su regularidad al frente y los fallos de Simon (48 en total). Pero al final el sopor se presentó de nuevo, y Nadal, más defensivo que de costumbre, necesitó cinco bolas de partido para lograr la victoria.

El zurdo de Manacor relató que no sabe la razón exacta pero también duerme demasiado en la habitación de su hotel. «por la tarde estuve dos horas durmiendo», dijo, «será la siesta australiana», exclamó, «y es extraño porque en Manacor nunca la hago».

Lo cierto es que está en octavos y cediendo únicamente un set en tres partidos, y con ganas de hacerlo mejor. Y que sabe que superando adversidades al final podrá encontrar su juego.

Su rival en esta ronda será el francés Paul Henri Mathieu, que se dio una paliza para vencer al austríaco Stefan Koubek, verdugo de Carlos Moyà, por 4-6, 7-6 (4), 2-6, 7-5 y 8-6 en cuatro horas, después de levantar un 3-0 en el quinto set, y de estar a solo dos puntos de la derrota en el duodécimo juego.

Contra Mathieu tiene Nadal un balance de seis victorias y una sola derrota. Ahora tiene un día libre para descansar, relajarse y disfrutar de la ciudad.

Sin embargo, la mala noticia del día para la Armada fue la eliminación de Guillermo García-López, que no pudo clasificarse por primera vez para los octavos de un Grand Slam, al perder ante el francés Jo-Wilfried Tsonga, sorprendente verdugo del escocés Andy Murray, que se impuso por 6-3, 6-4 y 6-2 tirando de su potente saque.

En féminas, siguen adelante la número uno, Justine Henin, que superó a la italiana Francesca Schiavone (7-5, 6-4), la estadounidense Serena Williams, defensora del título, que pudo con la bielorrusa Victoria Azarenka (6-3, 6-4), la serbia Jelena Jankovic, que ganó a la francesa Virginie Razzano (6-2, 4-6, 6-1), y la rusa Maria Sharapova, que ganó a su compatriota Elena Vesnina (6-3, 6-0). Casey Dellaqua apeó de la cita a la francesa Amelie Mauresmo, vencedora de la edición 2006, al imponerse por 3-6, 6-4 y 6-4.

El encuentro entre Juan Carlos Ferrero y el argentino David Nalbandian cerrará la jornada de hoy en un día en el que también buscarán el pase a los octavos de final David Ferrer ante Vicent Spadea y Virginia Ruano frente a la eslovava Daniela Hantuchova. La jornada contará con los alicientes de los duelos entre el suizo Roger Federer, vigente campeón, y el serbio Janko Tipsarevic y el también serbio Novak Djokovic frente al estadounidense Sam Querrey, dos rivales que destacan por su poderoso saque.