Güiza, Fernando Navarro, Pereyra y Ballesteros, al fondo, ayer, durante el entrenamiento del Mallorca en Son Bibiloni. Foto: MONSERRAT

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Cambio de planes. Gregorio Manzano ha vuelto a abrir el armario en busca de soluciones para combatir la crisis y aprovechará la visita de su equipo al Reyno de Navarra (domingo, 17:00 horas) para modificar la fisonomía del once inicial y de paso, renovar sus argumentos. El de Bailén se apoyará otra vez en una de las fórmulas que más beneficios le han reportado (el 4-1-4-1) y cambiará varios cromos en su puzzle particular.

El Mallorca lleva ya muchas jornadas encallado (ha ganado uno de los últimos nueve encuentros que ha disputado) y el técnico quiere rebajar los efectos de una depresión que ha obstruido la progresión del grupo en el último mes del año. Además, la lista de bajas sigue siendo extensa y las alternativas que hay sobre la pizarra son cada vez limitadas. Con eso asumido, el entrenador bermellón ha tenido que estudiar a fondo sus posibilidades y a dos días del último compromiso del 2007 tiene casi resuelto el jeroglífico.

Manzano tenía dos focos de atención prioritarios. Uno de ellos, el menos conflictivo, se centra en el eje de la zaga. El andaluz no podrá con su gran baluarte defensivo (Nunes) en el próximo partido y lo solventará dándole entrada a uno de sus recambios naturales: David Navarro. El del Puerto de Sagunto lleva unas cuantas jornadas sin intervenir (jugó un minuto ante el Sevilla y su última aparición como titular fue ante el Deportivo, a finales de octubre), pero sus prestaciones pueden minimizar la ausencia del luso.

El otro vacío que refleja el once tipo está en la delantera. La lesión de Webó, que no volverá a pisar un terreno de juego hasta el próximo mes de abril, obliga a retocar el ataque o en su defecto el centro del campo, y parece que el entrenador del Mallorca apostará por lo segundo. De esta forma, Güiza se quedará sólo en el área osasunista, pero tendrá las espaldas muy bien cubiertas por jugadores con llegada. Pereyra seguirá ejerciendo por delante de la defensa, Borja Valero reaparecerá junto a Ibagaza y todo hace indicar que en las bandas acamparán Jonás y Arango. Si se confirma la vuelta a la alineación del venezolano el gran damnificado sería Fernando Varela, que últimamente sólo se ha perdido las dos jornadas que pasó sancionado tras su expulsión del Sánchez Pizjuán.