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El primer capítulo del proceso de renovación de Gregorio Manzano se rodará en Santander. El Mallorca aprovechará el mini stage que realizará el primer equipo en la capital cántabra a principios de la semana que viene para prender la mecha de las negociaciones y presentarle al jienense el boceto de una propuesta que se irá definiendo a lo largo de las próximas semanas. El objetivo es que las conversaciones no se dilaten demasiado y que cristalicen entre este mes y el siguiente, ya que eso reforzaría los cimientos del proyecto y permitiría planificar la temporada 2008-09 con muy buenas perspectivas.

La plantilla bermellona iniciará el sábado una pequeña concentración que será clave para la buena marcha del curso. En los cinco días que pasará en la zona norte del país (Santander y Pamplona) el equipo pondrá a prueba la solidez del grupo en el campeonato y estrenará su camino por la Copa del Rey, pero los gestores de la entidad quieren ir más allá y rentabilizar el desplazamiento para blindar por completo el banquillo. En principio, la delegación rojilla estará encabezada por el director general de gestión, Pere Terrassa, y por el director deportivo, Nando Pons, que casi con toda seguridad se reunirán con Manzano en el hotel Hoyuela de Santander después del partido ante el Racing. Allí le trasladarán su deseo de que siga al frente del plantel otra temporada más y entre todos podrían sentar las bases de la continuidad.

El trabajo desempeñado por el entrenador andaluz desde su vuelta a la Isla, en febrero de 2006, ha encandilado a los dirigentes mallorquinistas. En los despachos del ONO Estadi son conscientes de la dificultad que supone encontrar un preparador de un rango determinado y no quieren dejar escapar al que ha conseguido los resultados más brillantes de los últimos tiempos, por lo que han decidido actuar cuanto antes. El modelo a seguir es el mismo que utilizaron hace ahora un año. Con la escuadra instalada junto a las cloacas de la clasificación, el consejo trazó un movimiento muy parecido al que seguirá a partir de estos días. A pesar de que la situación era delicada, Nando Pons se reunió en Madrid con el agente del técnico, Manuel García Quilón, e inició unas conversaciones que culminaron de forma oficial a principios de enero, tras algo más de un mes de negociaciones. A diferencia de lo que ocurre habitualmente en este tipo de culebrones, todo fue sobre ruedas. La buena predisposición que mostró el entrenador desde el momento en el que recibió la propuesta fue fundamental para abrochar el asunto y seguir mirando hacia adelante. Los resultados están a la vista. El equipo se hizo con mucho tiempo y los números le respaldan por completo.