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Guillermo Ortego El Palau d'Esports de Inca se vistió anoche de gala para recibir al Palma Aqua Mágica en una nueva entrega del derbi insular. Se esperaba un lleno absoluto en el coliseo inquer y la afición no falló. Liderados por la peña «Bèsties Negres» convirtieron el Palau en una olla a presión dando otro ejemplo de fidelidad. Por su parte, medio centenear de incondicionales del conjunto palmesano, comandados por la peña «Los Olivos», tampoco faltaron a la cita y arroparon a los suyos.


Para crear el ambiente de las grandes ocasiones la directiva que preside Joan Llompart repartió entre el público 1.000 camisetas amarillas y 200 aplaudidores para dar color a las gradas y aumentar los decibelios en el Palau.

Por otra parte, los prolegómenos del partido sirvieron para homenajear al jugador local Berto Alzamora con una camiseta conmemorativa por sus doscientos cincuenta partidos con el Bàsquet Inca en medio de la ovación del público. La anécdota fue el retraso en el inicio del partido por problemas con una canasta.

En el palco, Jaume Estarellas, Presidente de la Federación Balear de Basquet, Biel Gili, director general de Deportes, Toni Seguí, director de Deportes del Consell de Mallorca, Antoni Moragues, regidor de Deportes y Juventud del Ayuntamiento de Palma, los ex presidentes Joan Rubert y Miquel Ramis, los actuales presidentes Guiem Alomar y Joan Llompart y Pere Rotger, alcalde de Inca.

Al final del partido explosión de júbilo entre los visitantes y decepción entre los seguidores locales aunque el verdadero ganador del partido fue el baloncesto mallorquín que volvió a vivir un derbi de aquellos que crean afición.