El centrocampista argentino Guillermo Ariel Pereyra se ejercita durante un entrenamiento en Son Bibiloni. Foto: MONSERRAT

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Guillermo Pereyra se perderá los dos próximos partidos del campeonato de Liga. El Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) decidió aplicarle ayer esa sanción después de lo sucedido el pasado domingo sobre el césped del ONO Estadi, por lo que Gregorio Manzano no podrá recurrir al argentino de cara a los compromisos frente a Recreativo y Espanyol. El Mallorca ha acatado el castigo y, teniendo en cuenta lo reflejado en el acta por el colegiado, ha preferido no presentar recurso.

La baja debilitará el discurso rojillo, tal y como ocurrió hace unos días ante el Getafe. Corría el minuto 60 de partido y el árbitro andaluz Paradas Romero, debutante este año en la máxima categoría, mandaba al pivote a la ducha después de mostrarle su segunda cartulina amarilla por «derribar a un contrario en la disputa del balón». La primera amonestación la había recibido a tres minutos del descanso por «hacer una observación a una decisión» del trencilla, en una acción aparentemente sin importancia que, sin embargo, pudo evitar la prematura expulsión de David Navarro. En cualquier caso, lo que más daño le ha hecho al Guille han sido las palabras recogidas por Paradas en el apartado «otras incidencias» del acta. En el mismo, el colegiado apuntaba que «una vez fue expulsado el dorsal número 4 D. Guillermo Pereyra del R.C.D. Mallorca en el minuto 60 se dirigió hacia mí diciéndome en voz alta qué hijo de puta eres, qué hijo de puta que eres, mientras abandonaba el terreno de juego». Con esos datos sobre la mesa, el Comité de Competición le ha aplicado un encuentro de sanción por la expulsión y otro por incumplir el artículo 137 de los Estatutos Federativos.