TW
0

Rodrigo Zuleta |BERLÍN
El etíope Haile Gebrselassie rompió ayer el récord mundial de maratón al correr la distancia en Berlín en 2:04:26. Gebrselassie mejoró la marca que del keniano Paul Tergat, que había corrido en 2003 el mismo trayecto berlinés en 2:04:55.

El etíope, de 37 años, ya había intentado mejorar el récord del mundo en Berlín el año pasado, pero en los últimos cuatro kilómetros el viento en contra le cortó el ritmo y tuvo que aplazar su objetivo.

Este año las condiciones fueron mejores, como el propio Gebrselassie lo dijo al término de la carrera.
«El clima era mejor, había más público en el trayecto y había menos viento», dijo Gebrselassie, que considera que ante todo el público le ayudó a imponer la nueva marca.

«Tengo que darle las gracias al público, el público fue el que me llevó hasta la meta», dijo el etíope. La intención de Gebrselassie era imponer un récord mejor que el alcanzado.

«Quería estar entre 2:03 y 2:04. Al final fui un poco más lento y le tengo que pedir perdón al público», dijo irónicamente el etíope. Los primeros kilómetros de la carrera ya mostraron que el objetivo de romper el récord del mundo iba en serio.

Gebrselassie rompió el grupo desde el comienzo y al pasar el kilómetro 2 ya sólo lo rodeaban las cinco liebres. Las liebres eran un cuarteto de kenianos de lujo, Wilson Kiger, Peter Kiprotich, Andrew Limo y Rodgers Rop (ganador del maratón de Nueva York) y el etíope Eshetu Wondimu.

El kilómetro 5 lo pasaron en 14:43. El ritmo era de récord mundial. Se corría para 2:04, es decir para mejorar en 55 segundos el récord de Paul Tergat.
Con ese ritmo, el peligro que había era que se estuviese corriendo demasiado rápido la primera mitad de la carrera.
Bien por prudencia o bien porque las fuerzas de las liebres no alcanzaron, el ritmo bajó un poco en los siguientes kilómetros y al pasar el kilómetro 10 se iba en pos de un récord de 2:04:15.

Al pasar por la marca del medio maratón, los cronómetros mostraban 1:02:28 y el ritmo era justo para mejorar el récord mundial de Tergat.
Sin embargo, había dudas. El ritmo había ido bajando y la pregunta que flotaba en el ambiente era si Gebrselassie y sus liebres no habían exagerado el paso en los primeros kilómetros.

El ritmo hace altura de la carrera apuntaba a un tiempo final de 2:05, con lo que Gebrselassie no lograría el objetivo de mejorar el récord mundial.
En esas circunstancias, el etíope tenía que acelerar y aceleró, aprovechando un ligero viento a favor que era una especie de indemnización del clima de Berlín al viento en contra con que lo había castigado hace un año.

La galopada solitaria de Haile Gebrselassie este año fue coronada con éxito y ello ya se anunció en el kilómetro 35 cuando los cronómetros estaban en 1:43:38 y el tiempo era claramente otra vez de récord mundial.

El récord de Berlín es el vigésimo quinto récord mundial que logra Gebrselassie. Sin embargo, con ello no han terminado sus sueños.