El pívot de Los Angeles Lakers Ronny Turiaf se cayó de un choque destinado a discurrir por las manos del mejor jugador de la final de la NBA, el francés de los San Antonio Spurs Tony Parker, y el báltico de los Golden State Warriors Sarunas Jasikevicius. Sin embargo, las pizarras les separaron dentro de la pista.
El protagonismo lo asumieron de salida el jugador de los Phoenix Suns Boris Diaw, autor de los seis primeros puntos galos, y Darius Songaila, que anotó siete en el primer cuarto.
El rebote ofensivo y los tiros libres (nueve de doce) abrieron hueco a favor de los bálticos (17-10), pero Francia enjugó la diferencia con Joseph Gomis en la dirección y Parker en funciones de escolta (19-18). La escalada de los 'bleus' les puso por delante con una cesta de Pape Badiane en la primera acción del segundo cuarto.
Pero Francia desapareció del choque de la misma forma que había reaccionado. Lituania encadenó una serie demoledora. Anotó un 17-0 y cogió dieciséis puntos de renta (36-20 m.15).
El conjunto de Claude Bergeaud seguía despeñándose sin remedio mientras el cronómetro corría hacia el intermedio. Lituania puso veinte de margen poco después (42-22). Engordaba el casillero desde dentro y desde fuera de la zona. La defensa gala sólo acertaba a proteger el aro unos cuantos pases. De Parker tampoco sacaba gran cosa.
Siempre encontraba un hombre en ayuda de su defensor y también chocaba con flashes de los pivots, que salían a cortarle el paso después de la primera finta. Aún así, Francia conectó un 10-0 en la reanudación (48-42).
Lo amplió hasta colocarse a cinco puntos (55-50 m.26). Con todo, el cuadro de Ramunas Butautas siempre encontraba la muñeca de alguno de sus tiradores para alargar la distancia y obligar a los franceses a desgastarse para proteger el aro.
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