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ELCHE: Caballero; De Palmas, Trotta, Amaya, Raúl Fuster; Coelho, Pere Martí, Raúl Martín, José Vega; Luna y Rubén. También jugaron Noel Williams, Cobo, Calderón, Gomis, Àlvaro y Samuel.

REAL MALLORCA: Moyà; Héctor, Ballesteros, Nunes, Fernando Navarro; Basinas, Jonás, Tuni, Ibagaza; Arango y Webó. También jugaron Lux, Ramis, Varela, Borja Valero, Gonzalo Castro, Víctor y Óscar Trejo.

Àrbitro: Del Cerro Grande (Colegio madrileño). Amonestó a Basinas
Goles:
0-1, minuto 1, Webó.
0-2, minuto 40, Tuni.
Ignacio Iglesias|ELCHE
Suma y sigue. El Mallorca cerró ayer la pretemporada con una nueva victoria que refuerza su confianza de cara a lo que se le viene encima. La escuadra bermellona superó al Elche en el mejor escenario posible y acreditó que se sumergirá la próxima semana en la Liga con toda su artillería a punto.

Al Mallorca le hizo falta muy poco para imponer su rango y aunque durante el primer tiempo el conjunto local fue mucho más insistente a la hora de cruzar la barrera del medio campo, los baleares exhibieron una pegada asombrosa que les ayudó a dejar casi encauzado el encuentro a las primeras de cambio. Y es que el primer golpe tardó poco más de un minuto en concretarse. Fernando Navarro se apropió del balón en una de sus incorporaciones, levantó la cabeza y lo envió al corazón del área de Caballero, donde aguardaba un enjambre de futbolistas. Webó, perfectamente posicionado, saltó más nadie para elevarse por encima de la defensa y cabeceó el esférico de forma magistral para alojarlo en el fondo de la portería. Los espectadores del Martínez Valero se acomodaban en las gradas y su equipo ya había cedido el control del marcador.

La ventaja permitió al técnico del Mallorca probar movimientoscon mayor libertad. El técnico, que había alineado a Tuni y Jonás como puñales, fue rotando la posición de ambos sobre el terreno de juego y la defensa ilicitana sufrió muchísimo a la hora de controlar la situación. Sin embargo, los de David Vidal despertaron gracias a la inspiración del ex mallorquinista Raúl Martín y le crearon más de un problema a su invitado. Ahí emergió la figura de Moyà. El meta de Binissalem abrió su particular catálogo de recursos y desbarató una y otra vez las llegadas de los franjiverdes. La más peligrosa de todas se produjo en el minuto 27, cuando una espectacular estirada del balear provocó el murmullo de todo el estadio.

El Mallorca le concedió casi todo el espacio a su rival y se fue echando atrás de manera consciente, ya que facilitaba sus opciones de salir al contragolpe. Además, cada vez que Ibagaza tocaba el cuero demostraba que es el futbolista más en forma del grupo y el equipo se beneficiaba. En cualquier caso, fue Jonás el que lanzó el hachazo definitivo. El Galgo hizo un agujero por la derecha que los locales no pudieron cerrar y desplazó el juego hacia Tuni en el momento preciso. El de Sóller controló la bola y la mandó directamente a la base del palo izquierdo de Caballero, que tuvo que conformarse con hacer la estatua. Era el minuto 40 y el partido estaba prácticamente listo.

La segunda parte reflejó los rasgos propios de un duelo propio de pretemporada. Los cambios y el bajón de ambos impidieron que el encuentro cambiara de dinámica.