El Mallorca no se da por vencido y seguirá apurando sus bazas de cara a incorporar a sus filas al defensa Àlvaro Mejía. El central, con el que el club balear tiene prácticamente cerrado un acuerdo para las cuatro próximas temporadas, está ahora a expensas de que el Real Madrid le abra la puerta por un precio razonable y de momento, parece poco probable. Al parecer, la entidad presidida por Ramón Calderón ha incrementado el precio del futbolista en las últimas horas y la operación ha sufrido un vuelco importante, aunque no definitivo. El zaguero ya ha expuesto ante su entorno que le gustaría militar en la Isla a partir de este mismo verano y los dirigentes rojillos se aferrarán a ese deseo a la hora de concretar las negociaciones.
Los problemas en esta ocasión han surgido desde el propio Santiago Bernabéu. Aunque el campeón de Liga no cuenta con Mejía de cara al ejercicio que viene, tampoco está dispuesto a dejarlo salir así como así de la capital. Los integrantes de la dirección deportiva blanca saben que el jugador cuenta con un cartel excelente y el interés de otros clubes no va a facilitar nada las cosas. Zaragoza, Murcia y Wolfsburgo, entre otros muchos equipos, le han incluido en su agenda y exprimirán al máximo sus opciones de contratarlo, lo que podría propiciar el inicio de una puja que no beneficiaría en nada a los intereses bermellones.
Caos institucional
Otro de los aspectos que pueden condicionar la llegada del madrileño es el caos institucional que se vive estos días en Concha Espina. Pedja Mijatovic anunció el jueves la destitución de Fabio Capello y la entidad, que está todavía pendiente de confirmar el nombre de su próximo entrenador, no quiere precipitarse en sus decisiones. Todo hace indicar que, si finalmente es Bernd Schuster quien coge las riendas de la plantilla, será el alemán el que diga la última palabra al respecto.
Lo que está claro es que Mejía es la principal prioridad del Mallorca para apuntalar la línea de cobertura. Manzano, que cuenta ya con Ballesteros y Nunes para ocupar el eje de la defensa, ha solicitado el fichaje a la dirección deportiva apoyándose en su polivalencia, ya que puede actuar en el puesto de lateral y eso abriría un interesante abanico de posibilidades. De hecho, el futbolista ya fue tanteado por el club el pasado verano y aunque Mejía prefirió entonces quedarse en Madrid a la espera de oportunidades, sabe que su ciclo como merengue ha concluido y que necesita retomar su carrera en otro vestuario distinto.
Por lo que respecta al camerunés Pierre Webo, su fichaje está en punto muerto. El delantero osasunista no se ha pronunciado aún sobre su futuro y el Mallorca no tiene prisa, ya que no considera prioritaria su incorporación. El club de Son Moix busca un goleador que le garantice más diez goles por campaña y el africano, que ha rubricado veinte en los cuatro años que ha jugado en Pamplona, no encaja en ese perfil. Sin embargo, le avala el hecho de que llegaría a la Isla con la carta de libertad bajo el brazo. Todo apunta a que el Mallorca apostará por un ariete de referencia (el céltico Baiano continúa en la recámara) y a que Webó desempeñaría otro rol muy diferente en la caseta bermellona.
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