REAL MADRID (22+25+31+22): López (5), Bullock (21), Mumbrú (7), Reyes (16), Moiso (2) -cinco inicial-, Hervelle (15), Smith (15), Sekulic (6), Tunceri (8), Tomas (3), Llull (0) y Hernández Sonseca (2).
PAMESA VALENCIA (24+16+22+17): Avdalovic (11), Douglas (17), Timinskas (7), Garcés (12), Miralles (8) -cinco inicial-, Mavrokefalidis (4), Hamilton (2), Oliver (6), Claver (7), Urtasun (0) y Luengo (5).
Àrbitros: De la Maza, García González y Bultó. Sin eliminados. Señalaron técnica a Reyes por un recriminar una falta a Luengo (m.39).
Jorge Muñoa|MADRID
El Real Madrid contuvo los ánimos desatados que el Pamesa Valencia traía en la mochila para el tercer partido de los cuartos de final en Vistalegre y volvió a ponerse por delante en la serie con un 2-1 que, como poco, le asegura volver a su pista para disputar el desempate si es necesario.
Los valencianos salieron decididos a quemar la gran opción de darle un vuelco al factor cancha. Las ideas del técnico griego Fotis Katsikaris despejaron la zona para los hombres interiores a golpe de pizarra y, también, del acierto en el perímetro, pero el empuje madridista terminó por desbordarlos.
La ambición del Pamesa y, sobre todo, su buena ejecución ofensiva para surtir de balones a los hombres altos y seleccionar buenos tiros en la distancia cogieron a contrapie al Madrid. Los blancos tardaron en encontrar la tecla. El tiempo suficiente para que el Pamesa se adueñara de la situación de una forma prometedora (10-18 m.7).
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