Abós se deja querer

Fernando Fernández
«Soy un profesional y si otro equipo se interesa por mí, todo se puede hablar». Con esta frase, José Luis Abós no cierra las puertas al interés que el Palma Aqua Mágica ha mostrado por hacerse con sus servicios de cara a la próxima temporada. El preparador aragonés, en declaraciones a IB3 Ràdio, se mostró «sorprendido» por la información publicada Ultima Hora en su edición de ayer, más cuando no se encontraba en la Isla, y comentó que «siempre es bonito que te quieran, más que te odien», al margen de reconocer que no tiene noticias a través de su representante, Pepe Catalina, quien días atrás, como se informó ayer en estas páginas, mantuvo un contacto telefónico con el director deportivo del Aqua Mágica, Sunil Bhardwaj, en el que el nombre del entrenador del Drac salió a colación, aunque no se perfilaron más detalles de la posible operación. De hecho, el propio Bhardwaj ha sido el que ha apostado con más fuerza por la posible llegada de Abós, quien tiene contrato en vigor hasta el final de la próxima temporada con el club que preside Joan Rubert. De hecho, el dirigente de la entidad inquense espera que ese compromiso «se cumpla. Contamos con él, sino, no le habríamos firmado por dos años. Él es un profesional y sabe lo que tiene que hacer, y si alguien quiere hacerse con sus servicios, nos tendremos que ceñir al acuerdo que poseemos con él».

Además de Abós, el Palma Aqua Mágica tiene sobre la mesa otros nombres como los de Manel Comas o Porfirio Fisac, aunque es este último el que más posibilidades tendría si no cristaliza la opción del maño. De hecho, el proyecto deportivo de los de Ciutat de cara al curso 2007/08 está en punto muerto, a la espera del desenlace de las elecciones del próximo domingo. Hasta ese momento no se podrá perfilar el apoyo institucional y la línea de trabajo a la hora de confeccionar un presupuesto y una plantilla de entidad, además de concretar el escenario de juego de los celestes, hasta ahora apostados en Son Moix, aunque se les han abierto las puertas del Palma Arena como alternativa al Palau.