Ariel Ibagaza conduce el balón en una imagen de archivo. Foto: MONSERRAT

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Miquel Alzamora
El Real Mallorca mueve ficha por Ariel Ibagaza y los contactos entre el agente del jugador, Alejandro Camaño y el club ya se han iniciado. Es la primera fase y no será una negociación fácil ni corta en el tiempo, todo lo contrario. Cuando sobre la mesa se ponen nombres de la talla y del prestigio del mediapunta argentino, nada suele ser fácil. Sin embargo, hay cierto optimismo en el seno de la entidad, aunque también hay una lógica prudencia. De entrada, el Mallorca le ha planteado al jugador un contrato por una temporada, pero por el momento no hay acuerdo ya que el representante del genial futbolista pide tres temporadas. El Mallorca entiende la postura del centrocampista y está dispuesto a llegar más lejos en el capítulo de temporadas, pero a través de objetivos. Es decir, si el futbolista alcanza una cifra determinada de partidos la próxima temporada, quedará renovado automáticamente.

El club que preside Vicenç Grande deberá competir con ofertas llegadas de otros clubes y con intereses de varios equipos que no llegarán nunca a ser oficiales, pero que seguramente influirán en la negociación de una manera u otra. Desde el Betis llegó un primer interés, aunque no fue ni oficial ni se llegó a plasmar en un documento. Ibagaza llegó al Atlético de Madrid a la conclusión de la pasada temporada, de hecho aterrizó en la Isla con la temporada ya iniciada y se incorporó tras la disputa del primer partido disputado ante el Recreativo en Huelva. El jugador argentino llegó libre, pero consiguió un finiquito amplio, a su medida, y también una prima especial por haber llegado sin que el club de destino pagara cláusula de rescisión alguna. En esos momentos el Mallorca no quiso arriesgarse y firmó al futbolista por una temporada a la espera de comprobar cuál era su estado físico y cómo respondía. No había muchas dudas, pero la situación exigía tener prudencia y no dejarse llevar por el corazón. Había que comprobar qué podía ofrecer Ariel y una vez confirmado que, más allá de las normales lesiones musculares que puede atravesar durante una campaña, el rendimiento general ha sido alto, se ha tomado la decisión de afrontar la renovación. Su trabajo ha sido excelente convirtiéndose en un futbolista imprescindible durante el presente curso.

Esta es la fórmula escogida por el club balear y de hecho, en jugadores de su edad -30 años- los equipos suelen querer garantías a la hora de firmar una posible renovación. El futbolista está feliz en la Isla. Es el líder del equipo dentro y fuera del campo, bien valorado por el club y el preferido de la afición. Aunque decidió hace varios meses no hablar con la prensa, el entorno le trata como lo que es, un futbolista fundamental en el once titular y gran parte de la decisión de quedarse o no depende directamente de él. De parte del club, se hará un esfuerzo muy importante en todos los sentidos para que Ariel se quede y se confía que el propio futbolista tenga también una especial delicadeza a la hora de tomar una decisión final.