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Fernando Fernández|JEREZ
En plena crisis de un campeón que pasa sin pena ni gloria (Nicky Hayden), Valentino Rossi (Fiat Yamaha) sigue demostrando que lo suyo en 2006 fue un accidente. La magia de The Doctor"se extendió por todos los rincones de Jerez durante una carrera que tuvo un claro dominador. Pese a tener la pole, Dani Pedrosa tuvo que rendirse ante el conocimiento del trazado de un Rossi que desde el primer giro marcó la pauta y apenas ofreció alternativas al resto. Herido en su orgullo, el 46 obtuvo un cómodo triunfo al que sólo optaron con plenas garantías el catalán, segundo, y su compañero de box, Colin Edwards, quien completó las tres posiciones de privilegio.

Toni Elías (Honda Gresini), cuarto, precedió a un Casey Stoner (Ducati) que apenas tuvo margen de tiempo para defender el liderato con el que llegó desde Qatar, y que ahora pasa a manos de un Rossi que tiene nueve puntos de renta respecto al australiano y sobre Pedrosa (45 por 36). Carlos Checa, tercero tras los entrenamientos oficiales, defendió con uñas y dientes un sexto puesto que le vale sus primeros diez puntos de la temporada.

Jerez fue testigo de una celebración al más puro estilo Rossi. El piloto se detuvo en uno de los tramos y derribó ocho bolos humanos ante el delirio de los miles de incondicionales suyos que celebraron el desquite de su ídolo, destronado en 2006 de su corona en MotoGP y segundo en el Gran Premio de Qatar.