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Fernando Fernández
Los dos ciclistas de moda ya están en la Isla. Óscar Pereiro y Alejandro Valverde, o lo que es lo mismo, los jefes de filas del Caisse d'Epargne-Illes Balears y, dándole otra vuelta de tuerca, el virtual ganador del Tour de Francia y el vencedor del UCI ProTour y segundo clasificado en la Vuelta a España, echan hoy a rodar junto al resto de integrantes de la estructura patrocinada por el Govern -al menos hasta el 1 de junio-. Pereiro fue el primero en llegar a Mallorca -Valverde lo hizo cerca de la medianoche- y, pese a no tomar parte en la Challenge (11 a 15 de febrero), espera «poder tomar la salida en la primera etapa, que será un homenaje a Isaac Gálvez, y sería bonito poder participar».

El corredor gallego empieza a estar cansado ante la demora en el tiempo que sufre la resolución del ganador de la pasada edición del Tour, en el aire después de la descalificación por dopaje de Floyd Landis. Por ley, Pereiro es el titular del maillot amarillo, pero el pontevedrés no está motivado ante un posible desenlace que podría llegar el día 8, cuando Landis rinda cuentas ante la justicia deportiva gala. «Espero que se confirme algo ese día, al menos mi victoria, pero el máximo dirigente del Tour ya dijo que a lo mejor se conocía antes el nombre del ganador de 2007 que el de 2006», explicó el pupilo de José Miguel Echávarri y Eusebio Unzúe, quien confesó que «pasado tanto tiempo, no sé si podré sacarle beneficio a la victoria en el Tour. Si tiene que decidirse, por favor que se haga ya, sino que se cierre el caso o tomen una decisión formal y definitiva, porque sino, cada día aparecen noticias nuevas y eso no beneficia a nadie tras tanto tiempo».

Sobre las acusaciones vertidas por el rotativo francés «Le Monde», publicación que acusó a Pereiro de doparse en la pasada entrega de la Grande Boucle, pese a tener justificantes médicos que apuntaban a su asma y le habilitaban para utilizar la sustancia que declaró ante la Unión Ciclista Internacional (UCI) y la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), el ciclista profesional del Illes Balears fue rotundo al afirmar que no tenía «nada más que decir. Ni sé si han rectificado, lo que puedo decir es que se ha archivado. Se han tirado a la piscina sin agua. Han querido enturbiar mi actuación en el Tour y no lo han logrado. La UCI y el Tour admiten que todo está en orden y es mentira que no haya colaborado con la Agencia Francesa Antidopaje», sentenció el corredor, que esta temporada centrará sus objetivos en el Tour de Francia y la Vuelta a España, y que esta mañana ya rodará con el resto de sus compañeros -incluidos los mallorquines Joan Horrach y Vicenç Reynés- por las carreteras de Mallorca.