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El protagonismo que está alcanzando el voleibol en el deporte balear ha provocado que los derbis se conviertan en una cita muy especial. Ícaro Alaró y Ciutat de Palma Cide disputarán mañana (pabellón de la Universitat, 12.00 horas) un choque que se escapa de la rutina de la competición doméstica. Eva Díaz Ollers (Palma, 1984) es la única jugadora que ha vivido el duelo en los dos bandos. Reconoce que se trata de un encuentro «especial» y dice que se «vive igual en los dos vestuarios». Eva Díaz es una de las realidades de la cantera del Cide. Ha vestido la camiseta del equipo colegial en todas las categorías inferiores y hace tres temporadas desembarcó en el Alaró. Allí ascendió de Primera Nacional a Liga FEV y el curso pasado vivió el ascenso de Liga FEV a Superliga. La profesionalidad alcanzada por el Ícaro le llevó a tomar la decisión de regresar a «mi equipo de siempre» y ahora vuelve a vestir la camiseta del Cide.

«No creo que haya rivalidad. El Cide es mi equipo de siempre, pero de Alaró guardo un gran recuerdo. Allí gané dos ligas y jugué dos fases de ascenso. Había mucha unión entre las jugadoras para conseguir el objetivo de llegar a la Superliga. Los dos años fuimos casi las mismas jugadoras, pero este año ha habido más cambios. Decidí volver al Cide, pero sigo deseando que asciendan a Superliga» explica Eva Díaz. Se trata de un derbi, pero la central del Ciutat de Palma piensa que hay que diferenciar los minutos en los que se disputa el encuentro, de los prolegómenos y el post-partido. «En la pista no les vamos a regalar nada, igual que ellas tampoco lo harán, pero eso no significa que no vaya a dar un abrazo a mis antiguas compañeras antes de que empiece el partido. He compartido muchas cosas con ellas».

Eva Díaz es una de las jugadoras que mejor conoce cómo se preparan los partidos en el Ícaro Alaró y cómo juegan las que serán sus rivales, pero no cree que deba darle ningún consejo a su entrenador. «Las decisiones tácticas las debe tomar Toni (Figuera). Él ve muchos vídeos y también sabe como juegan las jugadoras del Ícaro. Creo que los dos equipos nos conocemos bien y tal vez si me ven al otro lado de la red cambien sus tendencias». La jugadora del Cide piensa que las opciones de victoria de su equipo pasan por «ser nosotras. Tenemos que rendir a nuestro máximo nivel y no tirar la toalla en ningún momento. Tenemos que luchar cada punto. Sabemos que tienen mucha calidad pero debemos estar concentradas y pelear por rascar cada punto. Ganar sería prácticamente como un ascenso. Nosotras somos muy jóvenes y ellas son profesionales. Nos falta algo de picardía».