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Albert Orfila/Miquel Alzamora
El Real Mallorca pretende atajar de una vez por todas la crisis de resultados en la que se encuentra inmerso. Las reuniones, tanto en el vestuario, como en la planta noble del ONO Estadi, se sucedieron durante la jornada de ayer con diferentes actores como protagonistas. Quizás, donde más conclusiones se extrajeron es en el largo cónclave -más de dos horas- que mantuvo el presidente Vicenç Grande con sus dos máximos responsables deportivos, Gregorio Manzano y Nando Pons. «Haré todo lo que haga falta», aseguró el mandatario y máximo accionista del club durante el encuentro con el entrenador y el secretario técnico. Dentro de unos lógicos márgenes económicos, Grande ha dado carta blanca a sus profesionales para que adopten las medidas que sean necesarias para frenar la dinámica perdedora en la que se encuentra atrapado el equipo. Todo es posible. Altas... y bajas. Manzano y Nando Pons tienen ahora la palabra.

Las interpretaciones que da a entender esta frase pronunciada por el presidente son varias, pero lo más destacable es que se recurrirá al mercado de invierno si éste ofrece garantías de que, fichando, se puede arreglar esta situación. ¿Se fichará? Esta pregunta tiene respuesta. Sí, siempre y cuando pueda encontrarse un perfil de jugador concreto que se ajuste a las necesidades del equipo y que de forma inmediata ofrezca resultados a corto plazo. Es decir, lo que se pretende es buscar un jugador del perfil de Nunes y de Basinas, dos futbolistas que llegaron en diciembre pasado y que fueron determinantes en la reacción que protagonizó el equipo cuando, como ocurre ahora, se encontraba metido en líos de la clasificación. Ayer, Vicenç Grande, Nando Pons y Gregorio Manzano hablaron de todo lo que concierne al primer equipo, analizaron con detalle la situación, se habló de fichajes, de jugadores y de posibilidades, pero sin concretar todavía nada. El principal protagonista ahora es Nando Pons y Grande no moverá ficha hasta que sus técnicos le digan con exactitud qué pasos, en este sentido, hay que seguir. El presidente por sí mismo no tomará decisiones y esperará a conocer la opinión final de Pons y Manzano. En este sentido, el presidente no es dudoso ya que en reiteradas ocasiones ha declarado que él es el «máximo responsable del club y como tal soy el primero que debe aportar soluciones y ser positivo».

La idea principal, a día de hoy, es seguir agilizando los contactos con las posibilidades en materia de fichajes que el secretario técnico tiene en estos momentos sobre la mesa. Argentina y Brasil son dos de los escaparates donde más mira el Mallorca en estos momentos, mientras que el resto de ligas queda en un segundo plano. Acertar en la decisión final no es fácil y es imprescindible hacerse con futbolistas de los llamados «valores seguros», es decir, que ofrecerán resultados nada más aterricen y se enfunden la camiseta del Real Mallorca. Vicenç Grande, además de ocuparse de reunirse con sus técnicos, pretende también dar un mensaje al vestuario de serenidad. No es en absoluto positivo aumentar el nivel de tensión que envuelve al vestuario en estos momentos, de ahí que el máximo accionista intente tranquilizar a los jugadores pero, a la vez, les pida un nivel de lucha y dedicación absoluto. El mecanismo interno en el seno del club está a pleno rendimiento y la crisis se maneja de puertas hacia adentro de la mejor manera posible. Hoy también está previsto que el Consejo de Administración se reúna en el ONO Estadi. Sus miembros sabrán de primera mano cuál es la situación actual y qué soluciones de urgencia hay sobre la mesa. El entorno está inquieto, hay nerviosismo en el ambiente ya que las últimas cuatro derrotas consecutivas han situado al equipo a un punto del descenso.