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Once goles en cuatro partidos han convertido a la defensa del Mallorca en una de las más vulnerables del último tramo del campeonato. Aquella zaga de granito que durante dos semanas presumió de ser la más inaccesible de toda la Primera división ha sido reducida a cenizas por las circunstancias de la Liga y ha devuelto al conjunto balear a una realidad que parecía sepultada. El equipo ha perdido altura después de experimentar una metamorfósis muy poco recomendable y su regularidad, que hasta hae muy poco era su gran punto de apoyo, empieza a estar bajo sospecha.

La línea de cobertura de la escuadra isleña se ha desmoronado como un castillo de naipes, de forma repentina y sin que exista ninguna razón aparente. El Mallorca superó los diez primeros capítulos del campeonato a un nivel extraordinario y desde entonces su sistema de seguridad se ha resentido de manera alarmante. En esa primera fase del torneo Toni Prats lideraba la tabla del trofeo Zamora y sus números superaban a los amasados por Iker Casillas y ePato Abbondanzieri. La situación, comparada con la de otras campañas, era tan sorprendente que llegó incluso a poner en peligro la histórica marca de imbatibilidad de Leo Franco. Las paredes de la defensa parecían inalterables, pero un error infantil del guardameta en Getafe abrió la herida y una semana más tarde, el Barcelona y sus estrellas hicieron el resto.

La visita del campeón tiró por tierra el gran trabajo llevado a cabo hasta ese momento y sumió a los rojillos en un estado de desconcierto que todavía no han abandonado. Un punto de inflexión. De recibir seis tantos en diez funciones a encajar hasta cuatro en noventa minutos terroríficos. A partir de ahí se invirtió la dinámica y el Mallorca empezó a ver a puerta, pero a cambio se desprendió también del candado de la zaga y le empezaron a temblar las piernas en momento determinantes. Recibió dos hachazos del Nàstic, regaló un partido que tenía praticamente ganado ante el Celta y salió escaldado del Reyno de Navarra frente a un Osasuna que funcionó sólo a ráfagas.