TW
0

Efe|TOKIO
El Barcelona fue recibido a lo grande a su llegada a Japón, donde disputará esta semana el Mundial de Clubes de la FIFA, al ser jaleado por unos doscientos hinchas japoneses nada más desembarcar en Tokio. El vuelo chárter en el que viajó la expedición azulgrana llegó puntual al aeropuerto de Narita, a las 12.50 locales (3.50 GMT). Nada más abandonar el control de aduanas, los jugadores del Barcelona se encontraron con una nube de aficionados japoneses y fotógrafos. «Quiero volverme Deco«, rezaba uno de las pancartas portada por un japonés vestido de azulgrana. La nota simpática entre la multitud la pusieron la seguidora Kaori Ozawa y su hijo de un año y medio, Kagari, quien mientras esperaba la llegada de los jugadores tarareaba el himno del Barcelona que su madre le acercaba al oído con un reproductor musical.

La plantilla barcelonista se traslado rápidamente al hotel Royal Park de Yokohama donde descansará hasta las 19.00 locales (10.00 GMT), hora en la que se volverá a reunir para, bien entrenar en el estadio de Todoroki, o bien realizar una sesión de ejercicios ligeros en el gimnasio del hotel. Los jugadores tienen cuatro días para superar los efectos del cambio horario (ocho horas) puesto que debutarán este jueves (19.20 local, 10.20 GMT) ante el vencedor del partido que disputarán hoy por la tarde el América de México y el Jeonbuk Hyundai Motors de Corea del Sur.

El Barcelona ha viajado a Japón en calidad de vencedor de la Liga de Campeones de Europa para jugar un torneo en el que están presentes los poseedores de los títulos de las otras cinco confederaciones en las que se divide el «planeta fútbol«. El trofeo intercontinental es precisamente el único de las grandes competiciones internacionales que no figura en las vitrinas de la entidad catalana. El Mundial de Clubes comenzó ayer con la victoria del campeón africano, Al Ahly de Egipto, ante el representante de Oceanía, Aukland City (2-0).