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En una semana alterada mediáticamente por la falsa bronca del preparador físico y el posterior desmentido, la marcha de Pisculichi a Qatar o las reacciones políticas al proyecto de las torres, el Mallorca regresa hoy a la tierra para mirar a los ojos de su destino. El grupo de Manzano visita a un Nàstic que defiende su posición en precario y que busca el primer triunfo de la temporada en su estadio. Presenta el equipo catalán unos números discretos a domicilio, pero famélicos en Tarragona, donde sólo ha rascado dos empates y ha perdido tres partidos. En su primera cita de su historia en la nobleza en el Nou Estadi -no visitaba Tarragona desde la campaña 1980-81- el equipo bermellón afronta la contienda con la necesidad de ganar para frenar su caída, acumula dos derrotas consecutivas, y no reabrir viejas grietas (17.00 horas, Nou Estadi).

Con las plazas de descenso cada vez más cerca (si pierde podría quedarse sólo dos puntos por encima del descenso), las huestes de Manzano corren hacia la salvación. Hoy, el Mallorca debe salir airoso si quiere ganarle unos metros a la agonía y afrontar una plácida recta final de año. Enfrente, un Nástic que está acusando el salto de categoría, que suma diez jornadas sin ganar y que tiene una defensa de verbena y un portero, Rubén Pérez, que hace apenas seis meses defendía la portería del Badajoz en Segunda B... No en vano, es de largo el equipo más goleado del torneo (23 goles recibidos).

El Mallorca de las últimas jornadas ha recuperado el tono ramplón de los primeros compases del torneo. El equipo que volteó al Athletic en la Copa y salió del Ciudad de Valencia o del Ruiz de Lopera con los tres puntos se ha transformado en un grupo obtuso al que le cuesta moverse sobre el campo con la clarividencia necesaria para imponer su estilo. Siempre está a merced del rival y eso le ha costado más de un disgusto. El Getafe le sacó los colores en el Coliseo y el Barça le pasó por encima jugando a medio gas. Los dardos de la crítica apuntan a la vanguardia. Presenta el Mallorca la peor tarjeta ofensiva del campeonato. Sólo ha celebrado seis goles, los mismos que el colista y Osasuna. Hoy, ante la defensa más frágil del curso, tiene una gran oportunidad para reivindicarse en ataque.