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«Prefiero jugar mal y ganar que hacer un buen partido y perder 1-4». La frase es del presidente del Mallorca, Vicenç Grande, y resume el aroma que se respiraba en las entrañas del ONO Estadi al término del encuentro. La goleada del Barça destrozó los números mallorquinistas, que se presentaban al encuentro como el equipo menos goleado del campeonato y que tras el paso del conjunto catalán casi han doblado su número de tantos recibidos. El máximo accionista de la SAD balear analizó el choque: «Tras el gol de Víctor, con el 1-2 y once contra once, el partido estaba igualado. Pero después llegó la expulsión de Varela y ellos aprovecharon sus ocasiones. Ahora hay que callarse y pensar ya en el próximo encuentro», declaró Grande, que no entró a valorar la actuación arbitral: «Antes de esa expulsión un jugador del Barcelona (Deco) podía haber recibido la segunda tarjeta, pero me reservo la opinión. No creo que mereciéramos el 1-4 y es una lástima porque hasta ahora éramos el equipo menos goleado. Insisto, ahora debemos pasar página porque nadie cambiará este resultado y, si se puede, ganar al Nàstic».

A propósito de la buena imagen del equipo, sobre todo en el primer acto, Vicenç Grande fue rotundo: «El día del Villarreal jugamos muy bien, pero perdimos y hoy hemos hecho un buen partido. El Barça es el Barça y debemos respetarlo porque jugando con diez es imposible. ¿Varela? No tengo opinión. Se analizará la jugada para ver si vale la pena recurrir y si es así, lo haremos», finalizó.

Gregorio Manzano, por su parte, abrió su comparecencia con una queja sobre la actuación del colegiado, aunque negó que Ramírez Domínguez hubiera sido el culpable de la derrota: «Deco cometió una falta, con una tarjeta amarilla, que le hubiera podido costar la expulsión. Tres o cuatro minutos más tarde, en cambio, le enseñaron la tarjeta roja a Varela y la superioridad para el Barcelona. Lo que podía haber sido un partido con un marcador más ajustado, se convirtió en el 1-4, un resultado que no se corresponde al trabajo y al esfuerzo que hicimos ante un equipo poderoso y fuerte a pesar de sus ausencias. De todas formas, hay que felicitar al Barcelona y a mis jugadores por el trabajo y el esfuerzo que han realizado a pesar de que esas jugadas nos hayan perjudicado», apuntó el técnico balear.

Riesgo
Manzano acarició el empate con 1-2: «En esa parte final decidimos introducir todas las armas ofensivas que había y tras la expulsión arriesgamos en exceso, pero es lógico. En defensa nos quedamos con tres jugadores y al final nos pudo a todos el corazón y el alma. Era un riesgo porque el Barcelona es muy peligroso con espacios. El encuentro se rompió con el 1-3 y los jugadores bajaron los brazos. Hasta el minuto 76, el Mallorca plantó cara e incluso soñábamos con empatar el encuentro». Al respecto de los silbidos a Maxi y del gol de su sustituto, Víctor, el técnico jienense apunto: «Yo confío en todos los jugadores. Maxi ha hecho un trabajo de desgaste muy importante con los centrales del Barcelona, Márquez y Puyol, que no son moco de pavo. Víctor se ha encontrado con unos defensas más cansados, ha aprovechado una buena ocasión y ha marcado. Para eso están los delanteros, para hacer gol cuando salgan».

El asunto arbitral volvió a comparecer por la sala de prensa: «No quiero decir que el partido lo hemos perdido por el árbitro porque no es así. Pero es que esos detalles marcan estos duelos. Para ganar al Barcelona hay que hacer las cosas súper bien. En la primera parte hicimos un trabajo muy bueno y marcharse al descanso perdiendo ya era injusto. El 0-1 llegó en un minuto casi psicológico. Digo que una acción que es merecedora de tarjeta con un jugador que tiene cartulina tiene que ser expulsado sea del Barcelona o del Recreativo Bailén. Y Deco era merecedor de esa tarjeta al igual que lo fue Varela. Si hubiera sido expulsado, a lo mejor ahora estaríamos hablando de otro resultado».

Por su parte, el entrenador del Barcelona, Frank Rijkaard, dijo en los vestuarios que la goleada conquistada ante el Mallorca puede dar la impresión de que el partido fue fácil, «aunque no fue así, ya que el 1-4 parece redondo, pero sufrimos», admitió.

«Aprovechamos nuestras ocasiones y no fue fácil, ya que el Mallorca impidió en la primera parte que hiciésemos nuestro juego, y eso hizo que jugáramos balones demasiado largos. Me voy contento con la mentalidad del equipo ante un equipo que era el menos goleado. Hemos cumplido nuestro trabajo y estamos contentos», afirmó.

El entrenador holandés se mostró, asimismo, muy satisfechos con los goles de Eidur Gudjohnsen y de Santi Ezquerro. «Gudjohnsen fue muy frío al marcar los dos goles. Eran momentos importantes y ha estado allí, lo cual es un buen detalle y bueno para nosotros. También me alegro por Santi Ezquerro, que aprovechó su oportunidad marcando un gran gol», indicó. Rijkaard explicó que había sustituido a Puyol porque tenía un golpe tras una entrada de Maxi López, y que prescindió de Gudjohnsen «porque había gastado muchas energías».