TW
0

«¿Por qué no podemos soñar con ganarle al Barcelona?». La pregunta formulada ayer por Manzano en la sala de prensa de Son Bibiloni ha sido repetida una y otra vez a lo largo de la semana en el vestuario del Mallorca y resume el nuevo tratado de intenciones del club balear. No hay miedo a nada, al menos de momento. La clasificación ha liberado al conjunto bermellón de sus temores más comunes y la visita del Barcelona, que normalmente sobresalía del calendario por su extrema dureza, ha adquirido otro color y se ve ahora de forma muy diferente.

El técnico del Mallorca ha sido el primero en hacerle creer a sus hombres que mañana, ante el campeón, el riesgo es mínimo. El jienense asegura que pese a su dificultad, el partido llega en el mejor momento posible y que las bajas han afectado de lleno al sistema nervioso del equipo barcelonista: «A priori y siempre analizándolo desde la teoría, podría decirse que si que es un buen momento para ganarles porque las ausencias que presentan son negativas para el desarrollo de su juego. Lo negativo para nosotros es que es precisamente ahí cuando el resto de la plantilla intenta apretar al máximo. Ese componente, que no es visible, si que hace pensar que están capacitados para hacerlo bien o garantizarse a sí mismos la victoria», anunciaba el entrenador andaluz.

El máximo responsable de la plantilla mallorquinista afirma que la falta de presión actual beneficia a sus hombres a la hora de llevar a la práctica una serie de propuestas más agresivas que de costumbre y que por lo tanto, no tendría sentido que conformarse con la igualada inicial: «Siempre digo que un empate no es bueno y recalcó que tampoco malo. Si hay tres puntos en juego tenemos que ir a por ellos, sea ante el rival que sea. No podemos temer a nadie. Estamos comodamente instalados en la tabla y eso nos permitirá jugar sin ningún temor. Hay que mantener un respeto, pero también el atrevimiento y la osadía».