TW
0

Efe|MADRID
El Barcelona afronta, el próximo martes, el primer partido decisivo de la temporada, un nuevo encuentro ante el Chelsea en el que está obligado a ganar para que su progresión en la Liga de Campeones no dependa de terceros, en una cuarta jornada en la que el Real Madrid tiene una ocasión de oro para entrar en la próxima ronda.

Para el Valencia es casi un trámite. Después de ganar los tres primeros partidos, no necesita más que un punto para certificar su pase a los octavos de final. Incluso la derrota no le impedirá terminar feliz la jornada, siempre que el Roma se imponga al Olympiacos.

En el Camp Nou, el martes, vuelve el drama. El Barcelona precisa la victoria, no sólo para evitar que el Chelsea, que le aventaja en cinco puntos, sea inalcanzable, sino para no dar nuevos argumentos al portugués José Mourinho, dispuesto a sacar pecho, en cualquier momento, frente a su ex equipo. Como, en principio, el Werder Bremen no debería tener problemas para volver a derrotar al Levski, que aún no ha puntuado, el conjunto de Frank Rijkaard no puede echar más cálculos que el triunfo si quiere mantener sus esperanzas de repetir título.