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Tolo Jaume
La posibilidad de que España juegue en el estadio Son Moix está en manos de Luis Aragonés. El presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Àngel María Villar, no tomará una decisión definitiva hasta que no mantenga una conversación con el ex entrenador del Real Mallorca, que será el encargado de escoger la sede que considere más idónea para cada partido. La Federació de Futbol de les Illes Balears (FFIB) movió ficha antes que nadie para solicitar uno de los encuentros más atractivos de la fase de clasificación para la Eurocopa de 2008, pero la complicada situación del combinado entrenado por Luis Aragonés y las nuevas sedes aspirantes complican la posibilidad de que el partido entre España y Dinamarca tenga lugar en Son Moix.

El presidente de la FFIB, Miquel Bestard, se reunió con Àngel María Villar, pero todavía no ha obtenido la respuesta definitiva del campo escogido para disputar uno de los choques más decisivos que debe afrontar la selección española. El interés del máximo responsable del organismo que rige el deporte rey en el archipiélago es lograr la organización un partido de carácter internacional y a poder ser del mayor fuste posible, pero los intereses del seleccionador pueden inclinar la balanza de un lado o de otro.

En breve se realizará el anuncio oficial y, de momento, la FFIB no ha recibido ni la negativa, ni la respuesta positiva de la RFEF, por lo que aguarda acontecimientos a la espera de que Villar y Aragonés consuensen el escenario más propicio para cada encuentro. El partido ante Dinamarca, que definirá en buena medida si España sigue con posibilidades de medirse con la élite del viejo continente o debe pensar en otros objetivos, tendrá lugar el 24 de marzo de 2007, mientras que la siguiente jornada ante Islandia del 28 de marzo de 2007 también busca acomodo, ya que la RFEF tampoco ha determinado donde se celebrará el choque ante el combinado liderado por el jugador del Fútbol Club Barcelona Eidur Gudjohnsen. Otra de las opciones que se ha empezado a barajar es la del Santiago Bernabéu, ya que el propio presidente del Real Madrid, Ramón Calderón, se apresuró en asegurar que vería con muy buenos ojos la posiblidad de que el España-Dinamarca se dispute en el coliseo madridista.