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Tolo Jaume
El presidente de la escudería Serra de Tramuntana, Alberto Frau, dio a conocer ayer en una rueda de prensa ofrecida en el polideportivo Príncipes de España su versión sobre la polémica que ha salpicado a la XXVII Pujada al Puig Major, que podría celebrarse entre el 18 y el 19 de noviembre si finalmente llegan a buen puerto las gestiones realizadas. El máximo responsable de la entidad organizadora, que dejó entrever la posibilidad de acudir a la Real Federación Española de Automovilismo para llevar a cabo la competición, aclaró la cronología de la relación mantenida con la federación en los últimos meses y comentó que dicho organismo mantiene una actitud «antideportiva al poner trabas a los considera de la oposición».

Frau, que subrayó que la escudería Serra de Tramuntana «ya no puede hacer más de lo que ha hecho» por la organización de la prueba, aseguró que se satisface la deuda de 1.900 euros a pesar de no reconocerla, ya que apreció que la propia federación le debe dinero a la entidad que preside. Al mismo tiempo, también aclaró que ayer la federación no admitió la documentación precisa (transferencia, reglamento y plan de seguridad) para organizar la cita, ya que en las oficinas se les comunicó que había órdenes de no admitir ningún papel de la escudería Serra de Tramuntana.

El presidente de la escudería, que desmintió un intento de boicot por parte de las escuderías, calificó de «antidemocráticos» los procedimientos de Massimo Biella, cuya inhabilitación, según Frau, podría ser comunicada oficialmente a lo largo de esta semana al vicepresidente de la federación, Tomeu Vicens, para que actúe en consecuencia. Alberto Frau manifestó que «la federación debe preocuparse por el deporte y los deportistas y no lo está haciendo, sino que se está enfrentando a ellos». La escudería Serra de Tramuntana, que dijo estar avalada por la dirección general de Esports, tiene previsto mandar un burofax hoy a la federación en vistas a las continuas negativas de los responsables de dicho organismo y ante la imposibilidad de establecer ninguna comunicación ya sea telefónica o vía fax.