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Efe|DUBLÍN
La Copa Ryder de golf no se moverá del Viejo Continente tras un triunfo récord, tercero consecutivo, en el K Club de Dublín y una aplastante victoria sobre los Estados Unidos por 18,5-9,5. El marcador iguala el más abultado de la historia de la Ryder para Europa, conseguido hace dos años en Oakland Hills. La historia reciente de la Ryder no engaña. De las últimas once ediciones, Europa se ha impuesto en ocho y, por primera vez, las tres últimas de manera consecutiva (2002, 2004 y 2006). El siglo XXI está, pues, gobernado por el golf europeo.

Colin Montgomerie se deshacía de David Toms, para dar a Europa un punto con enorme carga psicológica. «Monty» sumó un punto más para Europa, el primero de la jornada, y ya sólo faltaban tres para retener el trofeo. Esos tres puntos llevaron la marca de Inglaterra. Fueron donados por los ingleses Paul Casey (2 y 1 frente a Jim Furyk), David Howell (5 y 4 ante Wetterich) y Luke Donald (2 y 1 a Chad Campbell).

En el K Club no hubo hueco alguno a semejante remontada, ante el exquisito público irlandés. Europa, capitaneada por el bajito galés Ian Woosnam, cumplió también en los partidos individuales para adueñarse por tercera vez consecutiva del trofeo que instituyera en 1927 Samuel Ryder. Estados Unidos, tras ser zarandeada en las dos jornadas anteriores por parejas, se vio abocada a remontar un marcador de 6-10. La misma desventaja que enjugó el equipo americano en la citada edición de 1999.