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TENERIFE RURAL 76
PALMA AQUA MÀGICA 88

TENERIFE RURAL (24+15+21+16):Eduardo Sánchez (11), Antwain Barbour (5), Oliver Arteaga (11), Duane Virgil (21) e Iván Rodríguez (12) -cinco inicial-. Javier Pérez (2), Jon Kortaberría (0), Albert Saba (0), Francis Sánchez (5) y José Manuel Coego (9).

20 de 40 en tiros de dos; 8 de 24 en tiros de tres y 12 de 20 en tiros libres. 25 rebotes (11 defensivos). 16 faltas cometidas.

PALMA AQUA MÀGICA (23+29+15+21):Perico Sala (5), Pep Pacreu (6), Shalawn Miller (18), Chris Massie (15) y Raymond Tutt (11) -cinco inicial-. Sergio Ramos (7), Danny Lewis (17), Santi Toledo (3) y Anderson (6).

25 de 36 en tiros de dos; 10 de 22 en tiros de tres y 8 de 12 en tiros libres. 29 rebotes (20 defensivos). 20 faltas cometidas.

Àrbitros: De Lucas y López. Eliminaron por cinco faltas personales a Massie y Arteaga.

Ignacio Cabrera|TENERIFE

El Palma Aqua Mágica se concedió anoche la primera alegría de la temporada tras pasar por encima de un Tenerife decepcionante que siguió una trayectoria claramente descendente. La formación de Àngel Jareño debutó con un golpe de autoridad que le dará alas de cara los próximos enfrentamientos y que le permitirá mirar hacia el horizonte con mucho optimismo (76-88). El encuentro, en su fase inicial, fue muy desagradecido con los mallorquines, que sufrieron más de lo previsto para contener el juego interior de los canarios e ir adaptándose al partido a la velocidad adecuada. Los hombres de Rafa Sanz impusieron su gobierno y se apoyaron en el músculo de su plantel para marcar su terreno. Sin embargo, su dominio fue diluyéndose con el paso de los segundos y el primer acto se cerró con una diferencia mínima (24-23).

La sacudida inicial activó los sentidos del Aqua Mágica, que firmó un segundo cuarto espectacular en el que rompió por completo el partido. El cuadro celeste minimizó de forma asombrosa al voluntarioso quinteto local y le puso contra las cuerdas poco antes de que el pulso llegase al ecuador. Cuando los dos equipos se fueron al descanso, el electrónico reflejaba ya un un esperanzador 39-52 que permitía a los baleares soñar con una plácida segunda mitad.

No fue así, pero el Palma tampoco tuvo que sufrir grandes agobios para conservar su botín y traerse el primer triunfo del ejercicio en el equipaje. El Tenerife, consciente de lo que se le venía encima, volcó todas sus fuerzas en anular los puntos fuertes de su oponente y aunque creó algunos problemas, no le bastó para darle la vuelta al marcador e imponer sus argumentos. En todo el tercer parcial, los tinerfeños sólo recortaron en seis puntos la diferencia y se fueron desmoronando en el aspecto moral. El cojunto mallorquín por su parte, mantuvo la serenidad en todo momento y volvió a pisar el acelerador en el tramo decisivo para ahorrarse los sobresaltos de última hora y amarrar un encuentro marcado por su superioridad.