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Gregorio Manzano dejó ayer al descubierto los motivos que le llevaron a prescindir de Tuni el pasado fin de semana. El técnico jienense confirmó que el capitán había recibido un toque de atención tras realizar unas declaraciones en las que cuestionaba la necesidad de fichar a Diego Tristán, aunque también quiso restarle importancia a la polémica y protegió al jugador solleric, con el que mantuvo una breve reunión en la ciudad deportiva. Según el de Bailén, todo lo relativo al asunto se ha magnificado y ha llegado el momento de aparcarlo: «De esto se aprende y seguro que le servirá de experiencia más adelante». El preparador andaluz protegió en todo momento al canterano y aclaró que el caso no tiene por que volver a repetirse en su vestuario: «¿Si le pasará a otro jugador? Depende. Igual si a otro futbolista le hacen la misma pregunta que le hicieron a él responde de otra manera, aunque para mi no era necesario darle tanta dimensión a lo que dijo. Tuni respondió con el corazón, sin ningún tipo de maldad. La maldad es la importancia que se le dio después», matizó.

Manzano también fue interrogado por otro de los grandes temas de la semana, la posible incorporación del guardameta argentino Germán Lux, y volvió a ser contundente: «Las cosas cambian mucho en el mundo del fútbol y hasta que el tema no esté firmado no hay nada dicho». Cuestionado sobre si el refuerzo obedecía a una petición personal o a la política del club, el técnico fue tajante: «Yo no he pedido a ningún portero». Centrándose ya en la parcela deportiva Manzano volvió a insistir en que hay que mejorar la puntería de cara a los compromisos inmediatos: «La falta de gol es uno de los aspectos que tenemos que intentar solucionar cuanto antes, pero me preocuparía mucho más que no llegáramos a la portería contraria o que no tuviésemos lucidez. Ante una situación como la actual no puedo hacer nada, salvo seguir trabajando e insistiendo».

En esa dirección, el entrenador aseguró que no se siente nada presionado por el debate que se ha generado en torno a la delantera y de momento, no quiere plantearse ningún dilema ni comparar a sus hombres más efectivos: «Cuando ese debate llegue a mi cabeza será muy bonito. Se trata de una cuestión muy habitual en todos los aspectos de la vida, ya que alguien tiene su sitio ocupado y no quiere que venga otro a quitárselo. El que elija tendrá que ponérselo difícil a sus compañeros, pero sólo puedo alinear a once jugadores. Lo que hay que valorar es que este año tenemos por fin tres grandes arietes y podemos obtener frutos».