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Fernando Fernández
El pelotón más abultado de la Trencagarrons aguardó a la quinta entrega de la marcha cicloturista para concentrarse. Fueron 376 los ciclistas que tomaron la salida en Alcúdia. Entre ellos, ilustres como Miquel Alzamora o Toni Tauler, que afrontaron un entrenamiento exigente. Ni más ni menos que 138,4 kilómetros con tres selectivas cotas intermedias. Pero ni el Tomir ni el Coll de sa Batalla preocupaban. Los corredores tenían claro su objetivo.

A un ritmo elevado llegaron al primer avituallamiento, ubicado en Lluc, para encarar lo que se les avecinaba. El Puig Major, su cima y pico de Mallorca (1.437 metros), con una subida cronometrada de siete kilómetros. Asfalto desgastado, piedras caídas sobre el mismo fruto del fuerte viento. Nubes, frío, doce grados... Y una pendiente media del 11%, con un tramo a cuatro kilómetros de la cúspide que alcanza el 16%. La criba se fue realizando camino del Gorg Blau, donde el sol ya se escondía. En esa parada se reagrupó el pelotón, aunque algunos valientes enfilaron la empinada recta hacia la verja que les separaba de su meta.

De poco les sirvió. Ni desarrollos al límite, ni pulsaciones a 200 por minuto ni bicicletas de peso ínfimo. El Puig Major puso a cada uno en su lugar. El menorquín -fueron muchos ayer de la mano de Arturo Sintes- Dani Coll fue el más rápido en completar esos siete interminables kilómetros para muchos, que empiezan en la primera curva de izquierdas que pone fin al llano.