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Fernando Castán|AUSTRALIA
Alvaro Bautista (Aprilia) dio ayer a España el vigésimo noveno título mundial de velocidad de la historia del motociclismo al imponerse en el circuito de Phillip Island, donde se disputó el Gran Premio de Australia.

Bautista solo necesitaba sacar de Australia un punto más que su máximo rival, el finés Mika Kallio, que logró la «pole». Pero esta le sirvió de poco, ya que el español se fue de un grupo comandado por el nórdico y llegó a tener un ventaja superior a los cuatro segundos cuando la carrera llegaba a su final.

Bautista ha cerrado el campeonato en la primera ocasión que ha tenido y le han sobrado tres carreras. Por otra parte, en la categoría de Moto GP, Dani Pedrosa perdió una buena parte de sus opciones de ganar el mundial en una carrera marcada por la lluvia en la que se impuso el italiano Marco Melandri (Honda), que vuelve a tener posibilidades en el campeonato, y en la que Valentino Rossi (Yamaha) asombró de nuevo al mundo con una gran remontada para ser tercero.

La polémica caracterizó la carrera de Moto GP por dos motivos: el cambio de motos como consecuencia de la lluvia creó cierto caos en la línea de boxes y, además, el campeón italiano adelantó a Casey Stoner (Honda) con bandera amarilla sin que lo sancionaran los jueces. Tanto Pedrosa, que dijo que la línea de boxes estaba llena de gente innecesaria, como su director de equipo, el japonés Makoto Tanaka, se quejaron de estos hechos.

En esta prueba, el australiano Chris Vermeulen (Suzuki) fue segundo entre los dos italianos, el líder del mundial, el estadounidense Nicky Hayden (Honda) se clasificó en la quinta posición y perdió tres puntos de ventaja en la tabla respecto a Rossi, ahora segundo, y Pedrosa fue decimoquinto en una aciaga carrera.

Sin embargo, Hayden, con tres carreras por delante, llegó a Australia con 22 puntos de ventaja sobre Pedrosa y se va con 21 de desventaja sobre Rossi. Cuando los pilotos iban a tomar la salida comenzó a llover levemente sobre Phillip Island, por lo que la misma se retrasó y se declaró carrera en mojado por lo que pueden cambiar de moto y usar una con neumáticos mixtos o de agua cuando quieran. Ante la incertidumbre fue el japonés Shinya Nakano (Kawasaki) el que salió más decidido tomando una clara ventaja, tras él, el estadounidense Colin Edawrds (Yamaha), que enseguida se caería, su compatriota Kenny Roberts (KR), Melandri, Pedrosa, el italiano Loris Capirossi (Ducati), Rossi, el español Sete Gibernau (Ducati) y el australiano Casey Stoner (Honda). Gibernau pasó segundo en la tercera vuelta tras el nipón y por delante de Melandri, con Pedrosa cuarto y Rossi séptimo. Pero el campeón del mundo pronto empezaría a recuperar posiciones y adelantar de dos en dos y en el quinto giro ya daba cuenta de Pedrosa y se acercaba a Sete. La lluvia era cada vez más fuerte. En la octava vuelta la mayoría de los pilotos decidió entrar a cambiar de montura, por primera de forma generalizada desde que para la temporada 2005 se cambiara el reglamento de carrera en mojado. La decisión creó cierto caos en la línea de boxes. Sete tomó la cabeza de la prueba tras el cambio. Pedrosa volvía en la décimo tercera posición. El campeón italiano se peleó primero con Hayden por mantener la octava posición, incluso el americano le pasó, pero Rossi enseguida se la devolvió.