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Fernando Varela apunta alto. El tercer y por el momento último fichaje del Real Mallorca destapó ayer su vertiente más ambiciosa durante su presentación como futbolista rojillo y señaló la primera mitad de la tabla como el hábitat natural del conjunto rojillo, sin renunciar ni mucho menos a recuperar las viejas aspiraciones europeas. El ex bético, que a sus 26 años ha firmado para las tres próximas temporadas con opción a una cuarta, reconoce que llega a la Isla atraído por la ilusión que desprende el proyecto balear y por las expectativas que se están generando en torno al grupo de Gregorio Manzano: «Esperemos que esta temporada no se sufra tanto como en la anterior, que si hay que pelear por la UEFA lo hagamos y que, al menos, estemos de mitad de tabla hacia arriba», señaló el de Dos Hermanas mientras se enfundaba por primera vez su nueva camiseta.

El presidente y máximo accionista del Mallorca, Vicenç Grande, fue interrogado durante la presentación acerca de los otros nombres propios que copan estos días la actualidad mallorquinista. El primero de ellos fue David Cortés, que será presentado en las próximas horas como nuevo jugador del Getafe. Según Grande aún faltan algunos puntos por liquidar, pero se trata unicamente de los trámites habituales en este tipo de operaciones: «No hay nada que esté cerrado del todo, pero supongo que el Getafe acabará teniendo razón. ¿La cantidad del traspaso? Ustedes saben que tengo mala memoria para los números y ahora mismo no me acuerdo. De todas formas, eso no es importante. Lo que está claro es que se trata de una cifra satisfactoria para ambas partes». En cualquier caso, el presidente destacó además que el club no va contratar ningún sustituto para el lateral extremeño: «Varela tendrá competencia, que nadie piense lo contrario, pero en principio no vendrá nadie en lugar de Cortés porque el relevo lo tenemos en casa», explicó.

Varela, cuyo fichaje estaba encarrilado desde hace ya algunos meses, repitió la base del discurso que había pronunciado unas horas antes durante su llegada a Ciutat, pero se mostró ansioso por ponerse cuanto antes a las órdenes de su nuevo técnico e iniciar así su primera aventura profesional lejos de su casa: «Gracias a Dios ya está todo solucionado y tengo ganas de empezar esta nueva etapa. Llevaba mucho tiempo en Sevilla y tenía la necesidad de cambiar de aires. Tanto el clima como la gente son muy parecidos a lo que tenía allí y creo que voy a estar a gusto», afirmaba. El centrocampista andaluz ha empezado a asumir que le tocará ocupar el rol de lateral derecho y aclaró que no tiene ningún inconveniente es cumplir con esa función, ya que en ningún caso se trata de una posición desconocida: «Yo siempre he jugado de interior, pero ultimamente también lo he hecho en defensa. Creo que tanto en una posición como en la otra puedo ser muy útil para mis compañeros. Me gusta mucho atacar, pero actuando de lateral no puedo estar siempre mirando hacia arriba porque también es necesario defender. Como interior estoy muy a gusto, tengo más espacio y movilidad», matizó.