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Permanecer por décima temporada consecutiva en Primera División merece una celebración y el Real Mallorca preparó ayer un buen puñado de actos para festejar que el próximo curso volverá a competir en la máxima categoría del balompié español.

Antes de que comenzara el partido, el club organizó una sesión de ball de bot en la que participaron la Federació de Persones Majors Ciutat de Palma, Es Jonc de Sencelles, el Grup Ball de Bot Algaida-Montuïri, Balls y tonades de Mallorca e Ibniara. Posteriormente le tocó el turno a la Banda Municipal de Palma y a la Banda de Joventut d'Inca, que amenizaron los instantes previos. La Coral Juvenil del Colegio Sant Josep Obrer y la Escolania Vermells de la Seu cantaron La Balanguera y el himno del Mallorca.

Cuando finalizó el partido, Son Moix se convirtió en una fiesta. Los futbolistas celebraron desde el césped haber logrado el objetivo de la permanencia y los aficionados les agradecieron el hecho de que la próxima temporada puedan volver a disfrutar del mejor fútbol. La fiesta significó el adiós de algunos jugadores, que la próxima campaña defenderán otra camiseta.