TW
0

Rafael Nadal va camino de convertirse en el mejor jugador de la historia sobre tierra batida. Rey indiscutible de la arcilla en 2005, el tenista de Manacor alcanzó ayer las cuarenta victorias consecutivas sobre polvo de ladrillo tras doblegar a Guillermo Coria (6-2 y 6-1) en los cuartos de final del Masters Series de Montecarlo. El triunfo le permite igualar el registro de Thomas Muster (ganó 40 partidos seguidos entre febrero y junio de 1995) y soñar con superar las marcas de Bjorn Borg (46) y Guillermo Vilas (53). Para conseguirlo debe comenzar por superar hoy en semifinales a Gastón Gaudio.

Sólo el tenis que está exhibiendo Roger Federer en Mónaco parece que puede animar la temporada de tierra batida de este año. El curso anterior Rafael Nadal protagonizó un auténtico monólogo sobre arcilla (sólo perdió dos partidos, ambos en torneos poco importantes) y la carta de presentación de 2006 está siendo igual de imponente. Parece que hayan desaparecido del circuito los tenistas con capacidad para plantar cara al balear en una pista de polvo de ladrillo. A medida que avanza el torneo su superioridad es más notoria. Ayer, Guillermo Coria, considerado el segundo mejor jugador del mundo en esta superficie, recibió un duro correctivo. El argentino no tuvo ni la más mínima opción para contener la avalancha de golpes del mallorquín y se despidió del torneo por la vía rápida.

Y eso que los cuartos de final no comenzaron demasiado bien para Rafael Nadal. Guillermo Coria se colocó con un 2-0 y saque en el marcador, lo que ante cualquier otro rival hubiera significado probablemente la victoria en el parcial. Pero si algo ha demostrado sobradamente el tenista mallorquín es que su capacidad de reacción es superior a la del resto de jugadores. Poco le importó comenzar por debajo porque de inmediato tomó la iniciativa en el juego y el mando del partido.

Guillermo Coria es un jugador inteligente, que acostumbra a jugar al contrataque. El argentino acostumbra a esperar a que el adversario tome la iniciativa para poder aprovechar los espacios que quedan libre en la pista. Pero ante Rafael Nadal no es posible aplicar esta táctica. El mallorquín aguanta mejor desde el fondo de la pista y no se precipita en las acciones ofensivas porque es todavía mejor en el contrataque.

A medida que Rafael Nadal se iba distanciando en el marcador (4-2), Guillermo Coria se crispaba. El argentino entendió que tenía que buscar algo distinto y optó por buscar los tiros ganadores. No es su juego habitual y su número de errores no forzados se incrementaba (6-2).

Temblor
No era el día de Guillermo Coria. Rafael Nadal volvía a mostrarse como el extraterrestre, alcanzando pelotas imposibles y obligando a su rival a ganar varias veces el mismo punto. En el descanso tras el primer set, el argentino pidió la presencia del médico en la pista porque sus pulsaciones no eran normales y le temblaban las manos.

El médico le dejó continuar y Rafael Nadal no tuvo piedad. En un abrir y cerrar de ojos había ganado cinco juegos (5-0) y había sentenciado el partido. Guillermo Coria apenas tuvo tiempo para ganar el juego del honor y maquillar mínimamente el resultado (6-1).

La victoria ante Guillermo Coria permitía a Rafael Nadal alcanzar su cuarenta triunfo consecutivo sobre tierra batida, cifra con la que iguala el mejor registro de Thomas Muster. Ahora sólo quedan otros dos tenistas en la historia del tenis desde que se inició la era open que han ganado más partidos de forma seguida sobre arcilla. Bjorn Borg se alzó con 46 triunfos entre octubre de 1977 y mayo de 1979. Y Guillermo Vilas cosechó 53 victorias entre mayo y septiembre de 1977.

Rafael Nadal podría superar hoy el registro de Muster si consigue doblegar en las semifinales del TMS de Montecarlo a Gastón Gaudio. El argentino alcanzó ayer la penúltima ronda tras deshacerse también con gran facilidad de Tommy Robredo (6-1 y 6-3). Gaudio es uno de los rivales más peligrosos sobre esta superficie aunque Nadal parece haberle tomado bien la medida ya que le ha conseguido ganar en las dos últimas ocasiones en las que se han enfrentado.

Gastón Gaudio será un rival complicado, aunque el gran enemigo parece que volverá a ser Roger Federer. El suizo parece decidido a completar el Grand Slam (ganar los cuatro «Grandes»: Open de Australia, Roland Garros, Wimbledon y US Open) y este año se ha propuesto alzarse con el triunfo sobre la tierra batida de París. Por el momento está exhibiendo un gran nivel. Llegó a los cuartos de final con gran comodidad y ayer, en un partido complicado ante David Ferrer, se mostró intratable. Ante el valenciano, Federer se mostró como un consumado especialista sobre tierra batida. Seguro desde el fondo y resolutivo en sus subidas a la red.

Ahora Roger Federer se va a enfrentar en semifinales con Fernando González, otro rival complicado. El chileno venció ayer a Ivan Ljubicic y puede ser un duro test para el número uno del mundo. González golpea con mucha potencia la pelota y es un tenista que sabe cómo tiene que resolver el juego en tierra batida.

53 victorias
Los organizadores ya sueñan con un enfrentamiento en la final entre las dos mejores raquetas del mundo, aunque si Rafael Nadal quiere superar el récord de Guillermo Vilas, tendrá que ganar el torneo de Montecarlo y sus dos próximas citas (Conde de Godó y Masters Series de Roma). Con los dos partidos que le quedarín por disputar en Mónaco, los cinco que necesitaría para ganar en Barcelona y los seis que serían precisos para vencer en Roma, alcanzaría los 53 triunfos. Si además ganara la primera ronda del Masters Series de Hamburgo, su racha crecería hasta las 54 victorias con lo que se convertiría en el jugador con más triunfos consecutivos sobre tierra de la historia.

A Rafael Nadal no le preocupan los récords, aunque esta posibilidad supone una motivación extra.