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PALMA AQUA MÀGICA 74
CALEFACCIONES FARHO 63

PALMA AQUA MÀGICA (16+22+17+19): Battle (11), Pacreu (2), Xavi Vallmajó (2), Miller (15), Tutt (17) -quinteto inicial-, Ruiz (3), Bergersen (9), Toledo (3), Maras (6) y Llompart (6).

17 tiros de 44, 5 de 10 en lanzamientos triples y 25 de 27 en tiros libres. 32 rebotes (23 defensivos).

CALEFACCIONES FARHO GIJÓN (17+22+14+10): Bryan Defares (0), Poves (17), Koffi (9), Bigelow (15), Morentín (5) -quinteto inicial-, Wolfram (5), Suárez (9) y McCottry (3).

13 de 32 en tiros libres, 11 de 22 en lanzamientos triples y 4 de 7 en tiros libres. 26 rebotes (19 defensivos).

Àrbitros: Palomo y Quintas. Eliminaron por faltas personales al visitante Morentín.

Tolo Jaume

El Palma Aqua Mágica vuelve a sonreír. Con Àngel Colino en el banquillo los celestes encadenaron ayer su segunda victoria consecutiva y lo hicieron ante un rival directo en la carrera por acceder a las series de ascenso. Los isleños se han despojado en cierta medida de la ansiedad que atenazaba todas y cada una de sus acciones, aunque su juego todavía no responde al potencial de un plantel que paulatinamente está recuperando la ilusión. El partido arrancó con malos presagios para los locales con una ventaja de los asturianos de 2-8, pero la reacción llegó rápido en forma de parcial de 9-0. Las defensas se imponían a los ataques al ritmo que trataba de marcar un Palma responsabilizado con la importancia del duelo, pero demasiado atenazado para mover la pelota con la fluidez que exigía el duelo.

Ambos contendientes siguieron tanteándose en el segundo cuarto, pero la velocidad de los visitantes hacía tambalear el guión dispuesto por Colino, que se desesperaba en el banquillo viendo como los suyos se quedaban sin ideas a la hora de atacar el aro rival. Un parcial de 2-10 dejaba el electrónico en 27-37, que a la postre fue la máxima diferencia de la que dispusieron los hombres de Joaquín Prado. Los asturianos encontraron un filón en los tiros de más allá de la línea de 6,25 metros, pero los locales despertaron con la irrupción de Llompart. Primero Miller y después Battle ajustaron el tanteador, pero casi sobre la bocina un triple de Tutt dejó al Palma Aqua Mágica a un punto de su rival y al público del Palau en pie reactivando sus esperanzas de triunfo.

Tras el descanso, el atasco gijonés se prolongó y sin brillantez pero con efectividad los locales se encomendaron a Miller una vez que Battle tenía que marcharse al banco con tres faltas personales. Sin embargo, emergió la figura de Roberto Bergersen, que anotó dos triples consecutivos para que los celestes manejaran rentas mínimas entre el atasco de ideas ofensivas. El Palma Aqua Mágica se adentraba en el último cuarto con ventaja y con Battle en lugar de un Maras más combativo que productivo. Los celestes se apoderaron de la pintura. Al Gijón las canastas no le entraban con la misma facilidad y apenas gozó de segundas opciones para poner en jaque a la escuadra mallorquina, a la que le tembló el pulso ante la racha de Poves. La efectividad desde la línea de personal catapultó a los locales, que sacaron provecho de su profundidad de banquillo y sumaron una victoria más trabajada de lo que refleja el marcador.