TW
0

Clemente 2, Manzano 1. Erubio de Baracaldo ha sabido optimizar la experiencia recopilada durante 25 años de aventura por los banquillos para ejercer su dominio en un pulso muy peculiar. Los técnicos de Mallorca y Athletic se han visto las caras junto al terreno de juego en tres ocasiones y aunque de momento los números avalan al preparador rojiblanco, el técnico bermellón tendrá la posibilidad de igualar la contienda en el cara a cara más decisivo que han protagonizado hasta la fecha. Y es que el estadio de San Mamés escenificará la cuarta entrega de un duelo entre dos de las pizarras más singulares de la Primera división bajo unas circunstancias muy particulares. Ambos cruzarán por primera vez sus caminos con la permanencia como telón de fondo y pese a que el calendario concederá todavía varias oportunidades, los dos llevan mucho tiempo recordando la importancia de la cita, una señal inequívoca de que sus equipos se encuentran en una situación límite.

Gregorio Manzano conoció de primera mano el manual de su colega cuando aterrizó en la primera planta del balompié nacional, en la temporada 1999-00. El técnico de Bailén, al que se le había encomendado la dirigir al Valladolid, visitaba el estadio de Anoeta para medirse a la Real Sociedad y allí se topó con Clemente, que había cambiado de acera con la intención de regenerar su crédito y el del club donostiarra. Los vallisoletanos, que estaban firmando un irregular comienzo de temporada, no pudieron hacer nada para frenar a la escuadra vasca y acabaron desbordados en un final de primer tiempo fatídico en el que De Pedro y Sa Pinto marcaron la pauta. Ya en la segunda mitad, Óscar de Paula sentenció la cita antes de que los pucelanos pudieran reponerse y redondeó la cuenta local con el tercer tanto de la tarde (3-0).

El segundo asalto se produjo en la segunda vuelta de esa misma campaña. En aquella ocasión, el equipo de Clemente volvió a ponerse por delante en el marcador por medio del atacante luso Sa Pinto, aunque lo que vino después fue muy diferente a lo que se había vivido sólo unos meses antes. La escuadra de Manzano se rehizo del golpe encajado y llevó el partido a su terreno con dos dianas de Alberto y García Calvo que resultaron definitivas (2-1). La tercera vez que se enfrentaron con tres puntos en juego está mucho más próxima en el tiempo y además, se da la circunstancia de que Manzano estaba sentado en el banquillo balear, mientras su homólogo había asumido el reto de reflotar a un Espanyol que se iba directo hacia el pozo de la Segunda división. El campeonato había consumido varias jornadas de la segunda vuelta y el Mallorca, que no tenía grandes preocupaciones en el torneo doméstico, visitaba el estadio olímpico de Montjuïc para seguir avanzando hacia su objetivo. Sin embargo, la visita de los isleños le insufló aire a los periquitos, que se impusieron por dos tantos a cero gracias a la puntería de Raúl Tamudo y Óscar García Junyent.