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Inter 2
Villarreal 1

INTER: Toldo; Javier Zanetti, Córdoba, Samuel, Wome; Stankovic, Verón, Cambiasso, César; Adriano y Recoba.
Cambios: Kily por Stankovic, Materazzi por César y Martins por Recoba.

VILLARREAL: Viera; Javi Venta, Gonzalo, Peña, Sorin; Senna, César Arzo; Riquelme, Calleja; José Mari y Forlán.
Cambios: Quique Àlvarez por César Arzo, Cazorla por Calleja y Guille Franco por José Mari.

Àrbitro: Alain. Mostró cartulina amarilla a Recoba, Senna y Verón.

Goles:
0-1, min.1 Forlán.
1-1, min.7 Adriano.
2-1, min.54 Martins.

Lorenzo Martínez |MILÀN

El Villarreal, en su visita al Inter de Milán, se ha llevado una derrota (2-1), que frena su condición de imbatible en la Liga de Campeones, pero con un partido serio, sin perder la compostura y dejando en evidencia a un rival multimillonario pero con graves problemas de juego, se permite seguir soñando en una meta mayor.

El partido, en verdad, tuvo un inicio tan frenético como sorprendente: en apenas dos minutos llegó el gol del uruguayo Diego Forlán (apenas una cuarenta de segundos del inicio), tras recoger un rechace de Toldo a disparo de José Mari, que robó la cartera a Samuel y Córdoba; e, inmediatamente tras sacar de centro el Inter pudo empatar, en balón elevado por el brasileño Adriano sobre el meta uruguayo Viera, que sacó en la misma línea Javi Venta.

Pero la ventaja española duró poco. El Inter encontró el empate, obra de Adriano, aunque las alternativas en el dominio no alteraron el resultado al descanso, aunque todo cambió en el segundo tiempo, donde salió un Inter rabioso, con un Verón más protagonista y móvil y que dio más ritmo a su equipo y nuevamente fue por la banda derecha del ataque interista por donde llegaron los males para el Villarreal. Ahí inició Stankovic una acción personal que, tras un centro-chut, permitió a Martins tocar el balón en el segundo palo y anotar el 2-1 en el minuto 54.

El Villarreal no sólo no perdió la compostura ni su orden, sino que incluso puede recriminar al colegiado dos caídas dentro del área, una de Sorín en disputa con Córdoba (m.83) y la otra de Guille Franco con Materazzi que dejan más de una duda sobre si fueron o no merecedoras de la pena máxima.

El conjunto de Manuel Pellegrini sufrió en el estadio milanés de San Siro, donde se dejó su condición de imbatible en la máxima competición continental; pero se lleva un resultado que le permite seguir soñando con alargar su proeza europea en la vuelta. Eso sí, deberá tener cuidado, pues fuera el Inter, un equipo mejor a la espera que cuando tiene que construir, es peligroso y muy peligroso teniendo en cuenta el potencial de su plantilla.